Grito Vacío
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sábado, 31 de diciembre de 2011

Era se una vez...

Era se una vez, en un lugar al que mucho jamás escucharan hablar y del que nadie pensaría que en una vida se ocultaba el arte de crear con una palabra. Una joven, como cualquier otra, una desconocida que no tiene nada más que dudas a las que no se atreve afrontar, se lame las heridas y espera a que salga el sol.

El viento azota las ventanas y un rayo del sol le funde una lágrima en su mejilla. Otra noche en vela. Triste sentada en el suelo entre la cama y la ventana. Piensa en como dejar de llorar, su alma ahora se siente quebrada, casi maltratada. Casi, no, duele demasiado.

Se pone su chaqueta y sale a la calle, la música la aborda con viejos recuerdos. Sonríe, la paz se fue y no volverá. Otro minuto de silencio hace que la paciencia por dejar de ser quién es se agota. Las nubes de tormenta vuelven a su pequeña ciudad. Entre idas y venidas una voz de su interior le dice que se rinda. Gritaba al mundo: ¡Ámame!

A sus pasos nadie engaña, caminos de joven inocencia, suspiros y gritos. Un palpito la hace mirar otra vez a la calle que se extendía hacia el infinito. Un mundo de odio se fija en sus ojos, un mundo de hielo y mentiras la tienen en su punto de mira. Princesa de rebeldía que avanzar quiere pero sola se encuentra entre baladas y otras palabras. Sola, quiere rendirse. Sola, quiere ser aceptada. Sola, quiere ser alguien más...
Pero un día un juglar entró por sus puertas sin orgullo, sin honra. Su voz contiene un poco de misterio. Algo parecido a un secreto. Interesada le preguntó que le vendría a contar. Este, con paciencia le dijo que también era un rey y su reino no eran más que sus cicatrices y que hoy le iba a contar la razón por la que no iba a rendirse ni parar de luchar....



jueves, 29 de diciembre de 2011

No tengo título



Sentado pienso. ¿Qué hago? Me descubro tumbado. ¿Qué hago aquí? Me sorprendo en el tejado levantado, desafiando al viento. ¿Qué hago? Y me encuentro llorando en la calle buscando alguien con quien poder desahogarme y entonar una canción que pueda volver a hacerme reír. 
Me pregunto de nuevo  y... ¿Qué hago con esta pluma en mi mano derecha? Me interrogo y... ¿Qué hago con una libreta en la otra? Miro el cielo y ...¿Qué hago aquí sentado entre papeles cubiertos de palabras, de tinta y miles de maldiciones? Un suspiro que se me fue arrancado por un recuerdo. Un desgarrador cigarro me amarga el sabor de tu cama. Nadie me mira y decido salir de caza. Me marcho.

Miro las estrellas, me vigilan. Sentado en el asfalto quiero saciar mi hambre con algo más que palabras. Quiero carne, quiero algo donde aferrarme. Un lugar donde hay sangre y un corazón que late. Una espina que me arde, algo capaz de tocarme pero que no me mate. Algo me arranque un alarido y que a tí un gemido. Quiero morder tu cuello, beber de tu cuerpo. 
Quiero el mundo, pero no lo tengo. Quiero abrazos y me llevo tortazos. Un amor que nadie entiende. Un sentimiento que ambos sienten...

Murmurando tu recuerdo, veo que hay sangre y un cuerpo tendido en el suelo. Otro soldado que he tenido que matar por esta guerra que jamás acabará. Le robo un cigarro al cadáver, a él ya no le servirá. Lo enciendo, cargo mi arma. Muchos corren por mi lado, otros disparan balazos que me pasan rozando. Yo no estoy destinado a morir incluso si no queréis. Miro mi reflejo en la sangre, unto mis dedos y me dibujo en mis brazos el símbolo del tiempo, recito mis oraciones y escribo mi nombre en mis puños. En el derecho Dunkelheit, en el izquierdo Werwolf. Me bajo las mangas, desabrocho la gabardina y miro al frente. Mis puños, mi mundo. Mi secreto y mi corazón hecho cenizas. No hay lágrimas, llantos vacíos, solo se convierten en gemidos. Me sereno, me fijo. Ahora tengo un objetivo. Tengo un nombre, rezo mi nombre y el secreto que lo compone. El baile del fuego me centra en la sed de sangre... ¿Qué hago en este infierno?

martes, 27 de diciembre de 2011

Tal vegada us interesse, pero me la suda...


Ja n’estic cansat de tanta merda i altres històries que no tenen res a vorer en aquesta. Uns dies que em desconecte del món i resulta que els imbècils han deixat obertes les finestres aquests nadals pensant que els portarien més regals. No estic d’humor, no he dormit. Hui només espere trobar algun incaut que intente fer me enfadar. Algú en qui descarregar il·legalment la meua ràbia sense que m’agafi l’SGAE. 
No estic fet per a jocs, soles pense que esperar a atacar i després córrer ajupit en busca d’alguna joia que em faja riure. Però un maleït dia que descanse del món, va i resulta que cai presa d’una dolència de la gola i de la febre. Silencis  avanç de la turmenta, busque algú a qui contar la meua historia i deixarme caure rendit al sól buscant algun lloc on poder dormir. Estic cansat. Estic ja asquejat. Molt asquejat de tanta merda i que no em deixen dormir.
Torne a començar a narrar altra història, no posseeix la meua ràbia, ni la meua verdadera ira. Tan siquiera es real, però almenys em fa oblidar aquelles hores que esta nit m’han mantingut despert sentit el dolor que em punxa la gola i el regust de la sang. El vell so del vent espitjar les finestres mal tancades i el xiulit mortal de les hores córrer per la meua habitació al compàs de les martellades del obrers començant a treballar. Que merda que el sol tinga que eixir tant prompte, ja es podria agafar festa. Ara el tinc en la meua llista negra.
Però tornat al tema d’abans, aquesta historia servirà per a retornar a algun lloc on en teoria ja deuria d’estar. Però no puc tornar a cap lloc si mai me’n he anat.  Se m’acaben les paraules i encara no he començat. Hui em trobe romancer, però sé que tinc un veí que matar, una persona amb qui parlar i una ràbia que em farà dormir com un nadó al que li acaben de donar el pit. Eixa ràbia em concedirà una venjança que no te motiu d’existència, però la seua existència em facilita... mmm... deixa-m’ho estar.
Volia contar la típica història en el que la princesa rescata al príncep, viola a un conductor de camions i sopa valociraptor a la brasa. Començaria la història, però ja no em queda paper on poder començar ni ganes per a esborrar tot allò que he necessitat per a orientar-me sense perdre gens de dignitat ni temps en un mapa o en el que és el mateix, un psicòleg. 

jueves, 22 de diciembre de 2011

Y el juglar empezó a narrar

El juglar comenzó a narrar la historia de su lucha...
Suave sentimiento baila al compás de la guerra, muchos lo ven danzar y miran expectantes cuando una espada les atraviesa el corazón y sus extremidades se entumecen y el frío los envuelven. Un grito desgarra las llamas, el caos les hace beber del vino que vierten a cada cuchillada que les hace cuando el ángel se los lleva a la oscuridad donde sus fusiles sacan el fuego que mata.

En el mundo de hielo, las mentiras pudren mi corazón. Fui otro eslabón que orgulloso vestía los colores de una bandera que ahora la veo y me da vergüenza. Pero entonces llegó el día donde vi que la mentira ocultaba la hostia bajo la falda donde las deudas se pagan con sangre.

A los poco días yo ya estaba sin hogar, sin sueños a los que poder amar. Con palabras teñidas de rabia, con papel y una melodía en mi cabeza perdí los estribos y eché a andar. Con las sombras de la calle, con el hambre que me despierta las noches en que alguien duerme a pierna suelta, encuentro a otra rata que manda en esta ciudad.

Su traje, su corbata, su pelo engominado y su asco hacía mí me hacen darme cuenta ya estaba rodeado y de nuevo humillado. Me traicionan los mismos perros, me humillan en público y me marginan. Pero en el fondo quiero que me acepten. Vale, era broma.

Mi orgullo de perro, mi sentido estúpido de el honor, toda la venganza que se prende con la rabia. Llámame imbécil, pero quiero que ardan. Me han infectado veneno, me han tirado al barro y han violado mi alma. Ahora quiero arrancarles las palabras monstruo con el miedo. Quiero ser el demonio que busquen en el armario. Por eso ando por este valle. Quiero volverme loco, el dolor me mantiene despierto. El odio me vuelve astuto. El rabia me hace cargar mis puños de algo más que algunas monedas, ahora me traerán vuestros dientes...

La princesa le miró a los ojos y vio la soledad y la tristeza. Ninguna chispa de rabia. El juglar, con palabras mantenía su máscara. Pero dentro de él vio su imagen reflejada en esa princesa y ahora quiere evitar que de ella nazca otro monstruo. Miró sus manos. La miró a ella. Iba a ser un demonio, alguien con fuerza, con magia dentro de la chistera. Iba a convertir el mundo para que ella no perdiera la esperanza. No es amor, solo quiere ver una sonrisa. Ahora que tiemblen las rocas, para él ya no hay escusa para empezar a luchar....

lunes, 19 de diciembre de 2011

Ensimismado

Por las calles de Barcelona el frío mantiene mis pensamientos a raya. Demasiadas horas han estado fermentando durante el viaje en tren. Miro por la ventanilla del taxi, un mar de luces juega a malabares con las oscuras y mágicas callejuelas. Mentiría si dijese que esto no se ha vuelto personal. Una historia real, donde hoy me convierto en protagonista.

En mi móvil resuena el mismo disco de algún grupo que me mantenía encerrado entre sus letras, manteniendo atado a las palabras de las que hoy me mantengo aterrorizado. El miedo de ver lo que sucede me sorprende al ver un poco de sangre caer por culpa de algún corte. Delante del espejo me mira mi reflejo mientras me limpio la herida. Otra vez una pequeña herida me deja cicatriz. 

Una profunda melancolía me agarraba con fuerza pero yo me dejaba vagar por sus caricias. Un murmullo en algún rincón escondido de mi habitación una voz me encontró. Un sentimiento hizo que el recuerdo me ardiese, que la melancolía me atenazase con más fuerza y rabia de la que yo mismo pudiese desear pero ya estaba tirado en la alfombra. Mientras estaba en el frío suelo unas ganas locas de hablarte me obligaron a recordar nuestras conversaciones en las que a pesar de no poder confesar me ayudaron a recapacitar. Jamás me permití dejar mi peso en los demás. Mi naturaleza es mi propia cruz, la conozco mejor de lo que yo me conozco a mí mismo. Siento el fluir de las palabras pero mi vista está cansada. Y mi estado no ayuda, me siento diferente. Algo extraño cuece dentro de mi cuerpo. En momentos en los que soy extremadamente feliz me siento en el suelo triste y en las veces que me muero de dolor siento que una carcajada invade mis pulmones hasta que el daño se limita a estorbar. 

Algo falla, alguna ecuación me está mirando con su factor indeterminado como detonante para iniciar el baile que empezará dentro de mi cabeza. Me levanto del suelo y me pongo la chaqueta, la música no ha dejado de sonar y agarro la cartera. Salgo a la calle para tomar algo y poder olvidarme de aquella rareza que me hiciste comentar. Mi forma de ser es la menos adecuada para ser contemplada pero no encuentro motivos para cambiarla. Tengo miedo de avanzar, de desahogar mi rabia, mi frustración y no encontrar nada. 

No se que te he hecho para arañarme, para que te intereses por mí. No entiendo nada, solo quiero dejar que el sueño me invada, que todo y nada se la misma melodía de esta danza. Quiero besar a la luna y poder desaparecer. No tengo ninguna herida mortal. Pero meto el dedo en la llaga. Así que aún queda la esperanza de la matanza de mis horas de labranza en las que engendré bestias en forma de palabras. Pero no quiero que me entiendas pero tampoco quiero que te pierdas, solo escucha, con vosotros puedo comenzar a narrar historias. 

Die Enthauptet, hoy te doy la bienvenida a mi humilde posada. Tal vez quede alguna cama...

jueves, 15 de diciembre de 2011

Cuando el mimo empezó a hablar

Siento mi alma como arde en ese infierno de ascuas. Muero, me quebranto en mil trozos. Me convierto en ceniza, se supone que paso a mejor vida, pero ahora ya no existo. Veo la tinta desaparecer mientras mi ser le mira a los ojos. Y ruge.

Hoy no quiero despertar. Te has metido en un lugar que hasta yo desconozco. Un fuego me hace apartar. Tengo miedo. ¿Qué es este odio ciego?


Y sin apartar la mirada del fuego le asesté un puñetazo en la nariz. Mi alma, mi única alma. Ni las espadas que tenia clavadas me dolían. Ahora me miras y te miro. Solo tengo una canción en mente y son el resonar de mis puños quebrantar tus dientes. ¿Qué quieres? Ahora me lloras pidiendo piedad. No me puedes tocar, el terror te hace vacilar y apartarte de mis pisadas. No gozas ni mirarme, tu lágrimas limpian mis zapatos. Así que creo que no te mataré, el dolor de toda una eternidad te harán engendrar una venganza que jamás podrás consumar. Si tienes ira, yo ya estaré sentado en el asfalto esperándote para hacerte morder el polvo. Si ríes jamás te tocaré.

El frío me está volviendo loco. ¿Quién es este demonio? No siente rabia, solo quiere atacar. Placer al saborear la sangre y burlarse de la agonía del pobre diablo tirado a nuestros pies. 


Otra mirada y veo como suda. Su miedo me hace reír, que placer al saborear el aire de terror que le envuelve. Me regocijo de mi suerte. Esta es mi noche. Otro nuevo cuento que contar con asesinatos burlescos incluso barbaries que nadie entiende. Masacrar sin usar balas.Te he oído y hoy te prohíbo dormir. Soy un demonio y tu mi sirviente. No me vengas con piedad que quiero ver como te lames el corazón sangrante mientras alucinas...

martes, 13 de diciembre de 2011

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Un poco del vacío siento dentro del pecho. Nadie a quién mantener entre las rayas que me escriben cada noche. Mirarme frente al espejo  ni poder mirarme a los ojos. Me defraudo. Algo pesimista me funde el pecho pero me niego a sentir miedo. Un vacío que me hiela el alma puebla mi mente.

¿Qué es lo que ha en el fondo del pozo? Una ira que te consume cada vez que te lanzas al fondo de cabeza. No sienta nada, mis sentimientos se vuelven despreciables a cada segundo que pasa mientras tu recuerdo renace como una mala hierba. Ya nada tiene sentido, solo tus besos me traen algo de léxico que me hacen pensar. Volver a morir entre cenizas mientras la melodía de una canción me hace mirar el cielo incluso cayendo. Quiero pedirte perdón pero tú me cortaste con el veneno de tu lengua y con el filo de tus ojos.

Sentir que todo desaparecerá cuando la muerte me hace sentir frío. El invierno es frío y nada le detiene. Espero ver tus ojos en esta guerra donde ya no tengo punto de visión y ni una meta a la que agarrar y arrancarle a golpes la verdad que tanto me han ocultado. Después de la venganza ya no queda nada a la que poder mirar a los ojos. Ningún lugar le puedo llamar hogar, tú me lo arrebataste y lo demás lo perdí para encontrarte y poder amarte a pesar de que ahora ya no soy feliz.

Quiero llevarte al cielo que narran en los cuentos, quiero hacerte ver la luna con placeres que solo la carne siente al vibrar con nuestras almas en plena excitación. Por tí princesa me llevaría al demonio al infierno para que viese que jamás podrá verte bañada por los rayos del sol.

Tanto amor siento por tus ojos, por ese cuerpo que me hace arder de placer. Convertir la roca en polvo después de que te subieses a mi regazo. Tanto cariño, tantas horas en las que te besé, ahora todas ellas están cavando la tumba que tu misma me dedicaste. El odio a grabado tu nombre en la lápida. Ahora el príncipe a encerrado al dragón de nuevo en su prisión.....

Lo siento, te odio tanto por todas aquellas noches que te amé mientras me arañabas bajo la luna y tus desgarradores gritos y miradas cómplices

OwO

Sentado bajo un árbol veo un ciervo con ojos verdes que mira el cielo y agacha la mirada para beber del lago. Un recuerdo asalta mi mente, algo que de antaño me ocurrió y me mostró otro lado del corazón. Reflejó entre trazadas de un pincel el mundo que durante años intenté crear con abandonadas palabras.

Una ricura para el paladar, hermana en la eterna resaca de la vida. La vi ayudar, la vi sonreír y no se si era feliz pero me enseñó que puede mostrar al mundo una sonrisa más allá de las mentiras y las heridas.

A martillazos sus murmullos pueblan mis recuerdos. Una voz aguda, pero pura. Tal vez no la conozca, pero me hizo sonreír desde el primer día que la vi. Con rabia escribe su silenciosa venganza, con alegría me dibujas en la cima del mundo. Un lado oscuro y otro que mostrar. Un silencio del que te quieres apoderar. Eres niebla, eres la tierra que oculta un secreto bajo tus ojos.

Misterio entre secretos, un vicio y una meta a la que caerme rendido. Otro objetivo al que me arrodillaré después de perder. Pero libro mío que escondes mensajes más allá de comas, aún estoy en el prólogo del primer tomo. Quiero pensar que eres como un ciervo. Otro animal al que muchos adoraran y muchos imbéciles querrán cazar. Tal vez sea un fallo, pero a veces siento que me quieres devorar....

lunes, 12 de diciembre de 2011

Retornando a la jaula donde todo empezó....

Entre las rocas de este camino encuentro las serpientes que me quieren tumbar. Entre las horas encuentro a los arqueros que me quieren matar el tiempo que me resta. No hay más historias que narrar, puedo inventar mentiras de como intentaron enderrocarme y como luego vencí. Pero sería eso, solo mentir. Estoy perdido entre los árboles del frondoso bosque y veo como las hadas me intentan hacer reír. Pero yo quiero que todo arda. Mi cabreo palpable. Me dejaron sin alas y ahora estoy perdido y no puedo ganar ni al océano que me desafió el mes pasado.

Tal vez el héroe que narro en cada aventura sea fuerte, pero no por eso significa que pueda vencer. Ahora que nadie me ve, voy a confesar que siento miedo. Ese terror que hiela la sangre. El dolor de mil espadas cortar mi piel me acecha en cada esquina, hasta en el fondo del lago donde se encuentra la bella sirena. En lo alto de la torre se encuentra una princesa con mis alas encima de su chimenea como trofeo. Aún conservo las heridas. Quería sentirme imparable, ser la fiera que pudiese rasgar el ciego con un salto y convertirme en una estrella que surcase el firmamento solitario castigado por mi condición de inmortal. Y ahora estoy tirado en el suelo sin poder morir, sin poder morir. Quiero que sea una pesadilla. Quiero despertar....

-A veces no te entiendo, pero me creaste para luchar contra las reglas. Ahora te niegas a usarme por miedo a que tu patética paz se perturbe. Es verdad, me das asco. Ahora recuerda esos saltos que dimos antes cuando la luna estaba en lo alto, cuando el veneno nos hacia más fuerte. Donde no moríamos, sonreíamos y volvíamos a caer. 


Dunkelheit, no se que te ha pasado desde que me fui. Pero es hora que entre. Es hora de volver a saltar, a rugir. Entra el penetrante frío del invierno y me lleva como su firma. Mis vacaciones terminaron el mismo día que volviste a ponerte esa chupa de cuero y volviste a lucir nuestro símbolo. Tal vez quieras rendirte. Pero he visto a los que se rendían y te prometo que el barro es una guardería con ese infierno. He sentido miedo. Y me ha gustado. 


Werwolf, quieres correr, quieres rugir. Pero por más que quiera me estoy haciendo grande. No creas que porque no luche puedan enderrocarme. Me enseñaste. Hay tregua, la guerra se detuvo. No ha rival al que podamos matar.

No quiero romper ese descanso. Estoy creciendo y no estoy para tus juegos infantiles rebeldes. Ahora veo que no podemos hacer nada...

Y entonces el odio corrompió a Werwolf. Un profundo rencor está naciendo dentro del demonio. Él sabia que no era un juego. Era su JUEGO. La cacería y la guerra volverían y él estaría esperando a que llegase el día. Ahora está recluido en su cárcel de cristal. 


No digas que no te avisé, solo los muertos conocerán el fin de la guerra (Platón) No hay forma de detener esta guerra. Ahora hay más gente a nuestras espaldas que esperan que nos derrumbemos. Ten cuidado, mi joven hermano, esta vez el diablo tiene unos ojos preciosos...

domingo, 11 de diciembre de 2011

Cofre

Sentado en el sofá dejo mi mente vagar. La oscuridad no tiene fin. ¿Pero que le voy ha hacer? Bebo mi cerveza. ¿Qué me queda? En mi lista de tareas que debo hacer antes de morir sigue aún vacía. Una bala roza mi mejilla. Otra persona que ha decido que debo morir. Un nuevo nombre al que debo aterrorizar. No queda paz en esta maldita ciudad. Otro trueno que desafía mi corta existencia. Pero voy a huir. No tengo hambre. Quiero llenar mi petaca y limpiar mi traje.

La suave respiración de los muertos me acompaña en mi reflexión sobre la rebelión del orden contra el universo. La lluvia me previene de mi muerte. Es el último golpe contra el destino que el narrador me impuso. Saco papel y pluma. Una orgía de caracteres me mantiene en vilo. El olor de tinta, el rasgar del papel me excita. Sentir otra vez la pelea en mi piel. Recordarle al mundo que yo tengo el poder en mi historia. El diablo es el juez en esta partida de ajedrez. Donde no solo mueren las piezas. El sudor y olor a sangre vuelven a inundar la habitación. Mis manos frías, no siento la pluma entre los dedos, pero debo continuar. No puedo para de avanzar. Mi legado no tendrá fin. Porque vivo entre los espacios de una carta en blanco. Tengo de nuevo el veneno de tu recuerdo. Enciendo mi cigarrillo. Cierro mi libreta. No tengo nada más que aportar. Con el viento llego hasta tu ventana mi preciosa amada. Dejo mi corazón de tinta en tu cama. Cargo mis revólveres de rabia, ira y muchas balas en la recámara. Y me precipito sobre la oscuridad.

Ando sin rumbo, mi sombrero se lo lleva el viento. Me desabrocho la negra gabardina. Los siento aquí, me miran desde las ventanas, detrás de cada farola, entre los portales. Piden sangre. Quieren muerte. Y hoy me siento generoso. La colilla se resbala  de mis labios y se abalanzan sobre mi. Creo que es hora de llamar al que me metió en este follón...

Y sonrío al ver como los inútiles esfuerzos por detenerme se agotan. El terror se sus mentes me hacen gritar de placer. ¿Qué podría ser mejor? Pues matarles en lenta agonía. Mientras la luz del sol deja a la vista los restos de unos cuerpos muertos, los cuervos vienen a mi llamada. Mis lobos me esperan afuera de la ciudad. La cacería volverá a empezar en otro lugar...


Miro hacia atrás y te veo despertar de la cama, ya no habrá quien por las noches te atormente. Te entregué mi corazón. El te protegerá. Tú lo hiciste inmune al dolor. Mi historia y mi alma entre las páginas y un secreto encerrado en cada palabra. Tienes la llave, tienes el cofre. Solo tú me puedes arrancar el corazón.

domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Alguien?




No hay protagonistas en esta historia. Solo existe un conocimiento que lo mantienen prohibido. Un guerrero que pierde la espada en una estúpida estocada. Un músico sin instrumento en el maltrecho maletín. Un humorista sin humor.

Me siento entre las piedras de esta cala. La marea me trae ese olor lejano del mar. Ese olor a libertad. Tus ojos me amarran a tierra. Me hacen tragar cada gota de tu veneno. Nado y siento tu mirada clavada en mi cogote.

Las letras de tu nombre forman mi abecedario, cada letra que mi alma grita, la escribo en esa pizarra a la que llamamos vida. Mi tiza son las horas que he visto el infinito agarrándote de la mano. Una cosa te prometo y no es el cielo, es el universo. Gritar al mundo que no te podré besar jamás, pero me da igual, al menos te podré salvar del mundo con tu susurro, me encamino hacia el futuro de esta cueva oscura. la noche me hace recordar tu nombre y con las letras como tiza, tomo el cielo como pizarra y vuelvo a narrar nuestra historia de amor.

Ahora me miras través de un ridículo espejo al que llamamos realidad. Pero el veneno me sigue quemando y aunque me guste este cruel sentimiento, tus cabellos me hacen arrodillarme en el cemento mojado. Y la lluvia empieza de nuevo su estruendoso canto. Ahora el acero cae en forma de gotas. Me desgarran la piel mientras la sonrisa de tu rostro me hace caer en el profundo abismo del universo. No hay sol que alumbre mi camino..

El silencio, el agua me ha traído a la costa. No se como llegué hasta aquí pero quiero volver a mi ciudad. Me siento desconsolado. La encrucijada de mi rabia me mantiene a ralla. Ahora corro en busca de otra ciudad que arrebatar al rey del mar. Rugir al alba mientras la tormenta me alcanza. El tictac de un reloj me hace recordar que vuelvo a estar contra reloj. Vuelvo a correr. El estruendoso olor a gasolina y un paquete casi vacío me alegra la vista y me alerta que ahora necesito fuego para poder fumar y volver a la carga. Algún demonio me presta su llama?

martes, 22 de noviembre de 2011

REVENGA...

Sentado en mi sillón recuerdo las batallas que libré con mi botella de aguardiente y mi fusil saltando entre las trincheras. No había sangre, solo el alcohol destilándose y mezclándose con la pólvora y el sudor. Estar acostado en el suelo repleto de cadáveres. Bebiendo sin perder el alma y conservo el recuerdo grabado entre la escarcha del nuevo invierno penetrar nuestros cuerpos. Miro mi colgante, tengo una foto con tu cadáver en brazos. Te quiero olvidar. Mi vida por tí me metí en una botella que me llevó a la revolución.

Quiero que el mundo escuche mi grito. Quiero escribir vuestro terror. Quiero saborear todo vuestro dolor. No siento motivo de rebeldía, solo quiero estar junto a mi botella de aguardiente. Disfrutar de tus días mientras nos ahogamos en la lenta agonía del pánico que me hacen sentir tus lloros. Acaricio tus mejillas, agarro tus muslos y los saboreo. Suspiras y te vas...

Cargo mi fusil y salgo entre las trincheras. Siento la resaca de la noche anterior. Me hago de notar pisoteando las cabezas de mis enemigos. No soy fuerte, solo un combatiente con la muerte como mi ángel de la guarda. No uso balas, no tengo armas. Solo tengo la velocidad de mis piernas y la ferocidad de mis garras  de acero que me rige a cada momento que me levanto del suelo. Estoy vacío, no tengo sangre ni bebida que derramar. Un cabrón disparó a mi botella. Miro al frente y del suelo recojo una guadaña. El manto de la noche me cubre y con mis garras salgo a cazar algo de carnaza para derramar sangre sobre la tumba de mi hermana Libertad.

Ahora ni Amor se atreve a interponerse en mi camino. Amor sabe que ellos la mataron. Me oculto con el nombre de Odio, otros me conocen como Justicia, pero mi nombre ahora es VENGANZA....

domingo, 20 de noviembre de 2011

.-.-.-.-.

Anduve por las sombras durante toda la noche. Tus recuerdos me hacen dar vueltas de campana. Mi alma se siente desamparada. Mis palabras se olvidad de lo que fui para tí. Mis sentimientos se desvanecen, el dolor es un mero suspiro. Solo tengo miedo. Quiero tenerte entre mis brazos, acariciarte el pelo. Arrancarte tu pureza, cogerte mientras caes, ser el lobo que te devora mientras lloras. Destrozar tus penas a golpes de placer. Ser el vicio y no el viciado. Ven a mi lado a ver el cielo. Siempre que estás a mi lado la noche tiene un color azulado.

Mis cigarros me hacen olvidar, cuento las horas que me quedan en este bar y volver a olvidar mi presente. Lucho por desaparecer y decir que jamás tuve que existir. Me siento cansado. Las cervezas me hacen entrar en calor. Me siento relajado. Un tipo se sienta a mi lado y me sonríe. Empezamos a beber. Ese tipo me recuerda a mí cuando aún tenía corazón. Le doy mis últimas pelas, que disfrute de la vida. Aún tiene tiempo. Me alejo del local andrajoso, los coches me zarandean. Los gritos me hacen despertar. La niebla me hace esconderme entre las esquinas. Nadie quiere verme, yo tampoco.
Sentarme en el suelo, los chavales me miran. Unos jóvenes con camisas de pico se ponen a liarse a puñetazos con un vagabundo que había a pocos metros. Miro al cielo y nada ha cambiado.

Me levanto del suelo. Los miro. Algo en mi vuelve....

El dolor y el recuerdo vuelve a mí. La rabia me hace volver a ponerme a correr. A gritos me intentan intimidar. Pero con mis puños les hago saborear la sangre de mis nudillos. El hombre medio herido me mira asustado. El miedo me hace excitar. Me giro y un puñetazo me hace perder el equilibrio. El de al lado saca una navaja y el terror me hace olvidar... 



Me despierto del suelo. Mi camisa está todo hecha jirones. En el suelo se encuentran los cuerpos de aquellos pequeños perros malcriados... Al parecer se auguran tiempos de dolor. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

Papel y pluma

Y decidme quién me puede mirar a los ojos sin apartar los suyos. Saltar me emociona tanto que me dejo llevar y siento el viento elevarme al cielo mientras nuestro mundo se hace más pequeño o dudar si yo me hago más grande. No tengo miedo de caer, esta vez me agarraré a una nube y me haré un caballo espumoso. Cabalgaré entre los rayos y las lluvias que en otros tiempos me hicieron llorar. Soñar con tener un nuevo reino con el que poder jugar y apostar por quien morirá antes. He perdido tantas veces, les debo el cuello a tantas personas que ahora no tengo nada mío y menos la hora.

El pasado y el presente entrarán en batalla, me muestran sus armas. Afiladas espadas, escudos capaces de soportar el peso de un dragón. Mi único aliado es el futuro que con fuerzo empieza a crecer. No lo voy a permitir mermar. Ahora vamos a estrechar lazos con la muerte, vamos a ver quién bebe más cerveza y vino de su cantina. Veamos quién puede cortar el cielo con su espada y saltar de cabeza al infierno para traer unas costillas asadas. Luchemos por ver quién puede beber la hidromiel de las preciosas ángeles que vigilan nuestras disputas sonriendo a ver quién las besa primero.

Sentado bebiendo vino, mi rival empuña su espada, yo afilo mi pluma, saco un tintero y papel. Sonríe, odio cuando se creen superiores. Se lanza al ataque y furtivo esquivo su estocada llena de orgullo. Entonces se vuelve a abalanzar sobre y le tiro la tinta a los ojos, clavo mi pluma en su mano derecha y lo inmovilizo. Me mira atento, cojo el papel y se lo meto el papel en la boca y le tapo la nariz ahogándolo. Suavemente y de manera elegante la pluma vence a la espada. Su cuerpo inerte en el suelo mira el techo de la habitación. Le hago un corte en la mano donde le había clavado la pluma y escrivo mis últimos versos. Es hora de avanzar, cae la noche y muchas cabezas van a rodar...

sábado, 12 de noviembre de 2011

Las azoteas...

Entre las azoteas de la ciudad se extiende mi reino. Me dejo llevar por la suavidad de tu viento. Miro tu ventana y veo que estas acompañada. Me entristezco y deseo estar a tu lado pero para tí ya estoy muerto. Me vuelvo y miro el suelo. ¿Por qué no puedo olvidarte? Y salto de cabeza, me agarro a una farola y evito la estrepitosa caída. La muerte es fiel compañera, pero mala amiga no sabe tener una conversación decente.

¿Morir o vivir? Tengo que huir, para huir he de estar vivo y para eso morir es malo. Nadie decide el número de pasos que puedo dar. Tu recuerdo está latente al lado del vacío donde estaba mi corazón. Mis heridas ya cansada de abrirse vuelven a derramar mi sangre envenenada. Ahora he de luchar por mi alma. Quiero luchar aunque ahora no tenga villano que derrotar. Escribir mi historia con los cañonazos de mis balas. Quiero ser la tormenta que azotará con fuerza a mis rivales. La luna está llena, mi garganta está seca...

Quiero sangre, un momento para cargar mis pistolas. Objetivo fijado, el enemigo es el mundo. Me aparta pero hoy no estoy para tonterías. Oigo la alarma y un cristal romperse de un banco cercano. Sonrío, la noche es joven al igual que el nombre de mis balas. Sonrío, nueva rata sale de su cloaca. Me asomo por la esquina y en efecto, un joven con pasamontañas ágil como una gacela huye entre los disparos. Pasa por delante de mí. Me mira y ríe. Me aparta a un lado y con su cuchillo me atraviesa el corazón. Le agarro de la mano y ahora soy yo el que sonríe. Se sorprende y caigo al suelo estrepitosamente. Ha sellado el contrato. Eres mi víctima y yo el depredador. 


Las personas me miran y se sorprenden al verme levantarme del suelo. Me sacudo el polvo y el sombrero. Desaparezco entre las sombras de un callejón. Encuentro el joven en una de las azoteas altas, donde ya mis dominios escasean. El joven se gira y me mira, se quita el pasamontañas. Antes que se lo quite, una de mis balas se abre paso entre sus cejas. ¿? Miro el rostro. Uno de los lideres de los cielos. Quito su anillo de cristal. Mi reino se extiende. Busco la nueva guerra. El cielo es la meta...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Paraules per paraules...


Pensi en els teus llavis i en les belles paraules que em vas ensenyar, quan la lluna ens va acomiadar. Em vas demostrar que la llibertat es estar al costat de qui més estimes, d’estar vivint dintre d’una altra persona, en lloc anomenat cor...

Veure els teus llavis, sentir el teu suau tacte i càlid sentiment, em fan somiar en aventures on jo et podia estimar sense por a deixar de lluitar. Les teues mans m’agafen fortament i no m’amollen  a les brases de l’odi. M’agradaria fondrem mentre em tens abraçat, però així ja no et podria veure.  Vull besar-te suaument i sentir el teu calor. La meua ira escampa la boira, escapa davall la teua mirada. Tu m’insufles la vida que altres m’arravaten.

Ja em queden poques passes amb aquestes sabates. Caminaré descalç per les brases de la vida o em posaré a volar al teu costat. Agafaré un núvol del cel per a que els dos fem el camí junts. Una mentida em podreix l’ànima, aquesta paraula em recorda al passat i dubte quina es la meua vida. Estic amb tu al reflex de l’espill de la meua ment, sóc feliç però l’ombra de la fera em cobreix i torne a estar encadenat. La venjança m’atrau, sentir la ràbia em fa sentir fort i salvatge, la bèstia m’estima, forma part de mi. Aquest dimoni, és un mal que a molts toca, pitjor que el d’Almansa, però es la meua única aliança amb la meua ànima. I tu ets a qui més estime i per això tinc por, no vull sentir el dolor que em tornarà a matar a pesar de que ja l’enyore.

Ara tens els teus ulls posats en el meu record mentre llitges cadascuna de les meues paraules i així l’estiu tornarà a brollar entre nosaltres i una nova oportunitat per a poder estar junts. A cada síl·laba, el teu cor m’acaricia suaument mentre que l’odi de la bèstia recula. No li facis cap mal, té por de que ens tornen a ferir. Fins el llop li entrega el seus cor a una dona i plora mentre intenta desfogar-se amb la cacera.

Ara, sóc assegut entre els murs del saber que en faran volar al teu costat estimada....

Princesa del vent.

martes, 8 de noviembre de 2011

Triste pero los perdedores nunca se dan por vencidos, ahí erradica su victoria....

Me alabas como a un dios, me tienes en un pedestal. Poco a poco me encierras entre los barrotes de tus falsas promesas. Me frustro al pensar que poco puedo dar al juego. Solo perder está al alcance de mis manos. Entre mis llantos, mi desasosiego me hace volver entre tus barrotes impuestos. Me derrumbo, lágrimas no vale pena derramar.
Levanto mis puños y golpeo el cielo con los pies. Salto de cabeza por el precipicio y sonrío. Me dejo perder mientras los demonios de tus palabras carcomidas me dan fuerzas para avanzar. Viejo mentiroso, ruin embaucador, tu cabeza rodará bajo mi júbilo. No te olvides, de nuestras añejas apuestas aún me mantengo invicto.

Salto por encima del cielo teniendo las manos en el suelo, boca abajo me burlo de la vida y quiebro la gravedad. Macabra palabra acude a mis mentiras mal disimuladas. Mi humor no es conocido por gracioso, mi espada si tuviese labios y voz, de poco le serviría. Solo otorgaría los besos que hacen que te deje de latir el corazón. Mis palmadas hacen que truenos caigan sobre tu cabeza. Hago temblar la tierra mientras hablo con el difunto hermano que me prometió otro botín. Él es nuestro juez. Esta vez jugaremos al ajedrez. Este juego es un tanto especial, te hará vivir en la piel de tus piezas, juega sabiamente. Te aviso, jugué contra la muerte. Ahora te pregunto, ¿tienes frío? Aquí tengo un manto negro del último de mis oponentes y nuevas piezas de hueso tan blanco como el marfil.

Soy portador de desdichas, los gritos de las piedras al cruzar mi camino son enmudecidos por mis pasos. A lomos de mi caballo negro surco las espesuras de los bosques en busca de venganza. Maldito. tú que me arrebataste mi capa y mi espada. Tú que robaste mi cabeza... Te auguro la peor muerte de todas y el acero de mi guadaña vibra excitada. Corre, es tu última partida. Aprendíz de novato, el verdadero juego empieza a la caída del sol.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Caigo abatido, ¿pero qué más da?

Gritando al mundo entero me siento abatido, agotado. La música sigue sonando y mientras a lomos de un caballo, la princesa rescata al príncipe, yo os narraré una historia que tal vez esté empezando a nacer en el fondo de mi ser...

Pierdo mis valores, de mi odio está naciendo la fuerza que me hará cortar metal con solo rabiar. Oigo los estruendosos galopes de una guitarra que al rasgar hace temblar a la tierra. Mi sentimientos afloran, pero mis palabras me hacen sentir pesado, demasiada sed de venganza. El dolor me despierta mientras dormía debajo de un árbol. Un guardián me mira y se mofa de mí. No tengo nada más que soledad. Me termino mi último trago de whisky. 

Recuerdo tus ojos mirarme con atención mientras los demás me golpeaban. Sonreías al verme levantar a pesar de mis heridas. Te prometí nunca caer. Es humano perder, pero conmigo la naturaleza se equivocó. Nunca pierdo, nunca gano, me susurraste una vez: "se que jamás dejarás de luchar, así que no pierdas y diviértete. Adiós". 
Solo me miro en el reflejo de quién me odia, no se como me miras ahora, solo siento que ya no es lo mismo, solo siento ganas de destrozar tu pescuezo. Cambiaría mis sentimientos por una copa y olvidarte en el fondo de mi alma. Pero sé que antes de caer voy a levantarme, a dar un salto y desatar la tormenta de mi alma. 


Los golpes nunca cesan y mis heridas yacen descubiertas al frío invierno que me atormenta. Mis sentimientos flaquean, el dolor es insoportable. Me siento patético al no poder dar más de mí. 
 -Veo que no puedo sonreír, veo que perder es una realidad inmutable. 
 -No tengo más ganas de luchar, quiero terminar.
 -Quiero ser sombras del tiempo, pasar desapercibido, convertirme en polvo, llorar al cielo y luego desaparecer...


Y tú me protegiste de los golpes, tú me hiciste reír cuando solo quedaban minutos para acabar la partida y me hiciste vencer. ¿Quién te derrumba ahora? Son las pruebas que te imponen, te crees que te han tumbado, es el principio de tu fin. 


Ahora me das asco, tan débil que te arrodillas, tan débil que perdiste tu orgullo. Rata de pueblo. Tu nombre desataba furia, gritaba venganza, aullaba la revancha, susurraba victoria. Me haces gritar en medio de un valle de lobos para ponerme a prueba y tú ya no sabes ni manejar una simple cifra. 


Tal vez ya no te acuerdes, pero poco a poco te devoro. Poco a poco eres lobo. Los murmullos de mis cadenas a las que me ataste, se rompen. Es mi hora, creo que voy a salir a cortar cabezas, como otro año, hoy salgo de caza.


 La noche a llegado y Werwolf se ha mosqueado. El regreso de la bestia era más que esperado. 

viernes, 28 de octubre de 2011

Me aburría y era hora de volver a las andadas...

Me hago viejo a la carrera. Mis años me costean el viaje. Mi experiencia me hará como la roca y temible como la tempestad. Ahora que sé que no podré cambiar el mundo, yo tampoco pienso dejar que el mundo me cambie.
No quiero quedarme ciego por drogas, no las necesito para sonreír. Mi mundo comienza en tus ojos, mi sonrisa termina con una lágrima tuya. Voy a ver el cielo desde tus labios. No necesito nada para vivir, porque sin tí, yo no viviría. Todos mueren, pero no tienen porque estar vivos. Mujeres que por culpa de sus maridos han perdido la vida y ahora solo son esclavas, niños que solo ven los rayos del sol que se escabullen entre el humo de sus cigarros.
Un profesor me dijo que los héroes se perdieron cuando asesinamos a los sueños. Pero en mi tierra hay aún gente que lucha. Mis héroes no tienen capas, no tienen super poderes, pero todos les temen. No los ven pero saben que están ahí. Son la gente que lucha cada día por perseguir sus sueños. Maestros que siguen luchando por una educación, adolescentes que se enfrentan a la policía por  abusar de su poder. En mi habitación no hay pósteres de ídolos. Mis ídolos pertenecen a la calle. No tengo autógrafos, tengo cicatrices en mi piel. Las muestro al sol orgulloso, representan la solidaridad del mundo. ¡Detente en nombre de la ley! Pero solo seguiré corriendo en nombre de la libertad.
Los medios me mienten cada día. Un personaje muere por un accidente, pero ¿por qué no cuentan los que mueren cada día en África? La gente me dice que era famoso, que se merece los respetos, que era un persona...
Entonces si los demás son animales, yo también. ¿Racionalidad? Ya no me sirve. Cuando hay algo que tengo que hacer, lo hago. No tienen forma para detenerme. No pienses en el tiempo, no pienses en intentarlo, solo hazlo. Del odio nacerá nuestra fuerza. De la música nuestra libertad.
Grito al mundo al oído: Continuad lanzándome piedras, jamás me venceréis del todo. Soy el muro de acero que protegerá a aquel que necesite un hombro donde poder apoyarse.


Vivo anónimo, no soy ningún héroe. Los héroes no tienen que trabajar para vivir- Los héroes suerte, yo no la necesito. Tengo un enemigo y soy yo mismo. Para vencer al mundo primero he de vencerme a mi mismo y luego encontrar tus labios....
Gritadme todo lo que queráis. Mis oídos no pueden oír a los insectos llorar...

martes, 25 de octubre de 2011

Yo lo conozco...

En las sombras del paraíso, se encontraba un pequeño querubín llamado Luzbel. La arrogancia, la ambición desmesurada y el odio egoísta a las criaturas del Señor, pudrieron su corazón.
Desterrado, vaga por las cavernas del submundo seguido de millares de demonios, ángeles caídos y demás criaturas. Cada minuto que pasa se hace más fuerte, mas poderoso, pero al poco derrama las lágrimas del amor hacia su padre; pero como hijo, su deber también es su deber enseñarle alguna lección...

Su odio a los humanos le hace daño, las llamas le consumen, pero este es su camino. El camino de las cenizas. Él nos engaña, él nos pudre, él posee nuestras almas al pactar tratos tan interesantes y divertidos. Todos conocen su nombre, incluso hasta los que no creen. Ignorante el que no lo conoce, el señor de las cavernas, la otra cara de está interesante moneda llamada mundo. El diablo conocido como Lucifer.

Lucifer: "Yo me postraré ante mi padre, cuando él me implore piedad."

lunes, 17 de octubre de 2011

Un pensamiento cualquiera...

Ser pequeño y desafiar al más grande. Intentando volar en un lugar que no sea en el fondo del mar. Nadie me mira pero creo que esperan que meta la pata. Tal vez no tenga alas, pero aprenderé a surcar el cielo. Traeré conmigo la noche como mi manto. La luna será mi corazón y las estrellas los broches de mi manto.


Vuelvo a sentarme en el lago, veo de nuevo a la sirena con su inmortal arpa, su fuerte y hermoso tañido. Su tímida voz desgarra los vientos, es fuego que quema mi piel. Se siente bien. Si pudiese, ahora una lágrima bajaría por mi mejilla.


Las preguntas abruman mi mente. Pero solo una está marcada con fuego en el centro del huracán.

¿Por qué?

Y se puede decir que la noche tiene la respuesta. Los humanos solo podemos hacer simples conjeturas...

¿Pulp? Ni puta idea!!

Las últimas gotas de alcohol se desvanecen de mi sangre. Mis ojos se centran en los tuyos. Comerte los senos es mi ilusión. Arrancarte la ropa es mi única pasión. Me masturbo con solo poder morder tu piel. Me corro con poder saborear tus labios y rujo como un lobo cuando me marcas tus garras a mi espalda. Maldita zorra, disfrutas tanto o más que yo... La pasión consume nuestros cuerpos, no te amo, solo te quiero arrancar las bragas, azotar tus nalgas.  Poco a poco, gemido tras gemido, mi mente se vuelve un tanto macabra. No sé quién está loco yo por ser como soy, o tú por pensar de otra forma que se vuelve más rara. La locura o alguien majo llama a la puerta con trompetas que se vuelven cada vez más molestas, correrá sangre...
 Maestras engañadas y completamente amargadas violan a sus alumnos, militares necrofílicos, pacifistas que gritan mientras una guitarra hace vibrar la sangre de sus armas.
Todo está mal, pensarás pues vaya mierda, ¿no? Cierto, pero me he abierto paso entre tu mente y ahora me tienes en tu punto de vista. ¿Me equivoco? 

sábado, 15 de octubre de 2011

Y las bestias toman la calle...

Agarro mis pocas pertenencias, derribo mi puerta y vuelvo a correr. Escalo a la azotea más alta de mi ciudad y despliego mis alas. Me dejo caer al vacío de la noche. La oscuridad me engulle, pero se avecina un huracán, tiene nombre, se llama Werwolf y piensa volar con todas sus fuerzas para desgarrar el cielo.
La adrenalina le añade ese toque tan sabroso a cualquier situación. Mis colmillos piden sangre, pero el viento me lleva a nuevo puerto. El roce de mis pensamientos me devuelven al mundo que yo ahora poseo. Golpeo la pared más cercana. Marco mis nudillos, mi reino se expande como una infección. Soy imparable como el viento, soy luz en la oscuridad, voy a romper los colmillos que me intenten arrebatar mis alas. Soy el cuervo que surca la noche, paso desapercibido pero no provoquéis mi furia. 
Una sonrisa, unos ojos preciosos me hacen flaquear, pero el ron hoy está de mi parte y voy a olvidar para ser salvaje, ser el demonio que debía de ser. Nadie me cogerá en esta carrera, el premio es demasiado valioso, la derrota es solo para el perdedor. 
El cielo se tiñe de negro, mi furia se enfría y empieza la cacería. Mis pistolas hoy están que echan humo. Estoy feliz entre tanto caos, ¿por qué luchar por el orden? Es más divertido dejarse llevar, disfrutar del placer de no saber que hacer, tener la presión de la muerte encima y sonreírle mientras te escabulles entre sus huesudos dedos. Mi imperio, el más pequeño pero el más poderoso, mi imperio será en el que nunca se pondrá el sol porque solo existirá la luna. Mi imperio consta de una sola persona, yo, aquellos que me quieran acompañar que lo hagan, me da igual. Mi reino, las calles desiertas y el rugir del viento ante mi, la ciudad es mía mientras que ustedes me critican desde sus ventanas. 
Miro a los ojos de mi enemigo y me veo reflejado, disfruto, no recuerdo la última vez que me lo tomé enserio, que disfruté tanto. No recuerdo el día que perdí la cordura...

martes, 11 de octubre de 2011

Jamás estaré tranquilo

Salgo corriendo al ver a la sombra de la muerte alcanzarme, pero te veo sentada en el portal de tu casa mientras me esperas y me sonríes. Todo el dolor desaparece, el miedo me teme a mí y por segundos soy feliz pero a cada segundo que pasa más quiero tenerte entre mis brazos, llevarte a la luna y bailar pegado a ti, sentir tus cálidos labios y empezar a volar, jamás saltar porque siempre habrá que volver a caer.
Tú llenas mi vacío y poco a poco vuelvo a sonreír. Una lágrima en tu rostro, te abrazo con fuerza. Y entonces nos sentamos ambos y me vuelves a contar como te han vuelto a romper el corazón mientras que tengo que callarme la herida que siento en el pecho.
Pasan las horas a tu lado, pero soy el guardián de mi propio silencio, cayo los gritos de mi corazón a cada lágrima que derramas. Quisiera ser el ángel que detuviese tus lágrimas, pero solo estoy aquí fingiendo sentir tu mismo dolor. Solo siento que a cada minuto te alejas de nuevo de mí para volver a sonreír. Tú te haces fuerte mientras que sigo débil.
Pero entonces mi paciencia se agota al escuchar de tus palabras que todavía le amas. Siente como cada una de sus heridas surcan tu misma piel. Escucharla te hiere. Nunca será tuya. Solo hay una opción...
Te devuelvo al portal, me sonríes y me miras a los ojos. Tengo algo que hacer, algo me dice que lo sabes. Me das un beso en la frente. Y desapareces. Corro y me relajo desde las alturas mientras que busco al diablo que te hirió otra vez...


Lo veo abrazado a otra mujer, veo como sonríe mientras esta le besa. El odio fluye por todo mi cuerpo. Y siento como también siento celos, pero el asco se sobre pone. Tú la has herido. Entonces entre las sombras me siento a esperar a que te quedes solo.
Tu princesa de barrio se marcha con lágrimas en los ojos. Disfrutas, te sientes con fuerza, te sientes con poder. Entonces me cuelo hasta ponerme detrás tuya y poso mi mano en tu hombro. Le miro a los ojos y digo su nombre y el de mi reina. Entiende el mensaje, más palabras serian inútiles. Entonces le muestro lo mucho que pierde al herirla y lo que puede perder si la vuelve a herir. Sabe que le encontraré. 


Otro día nuevo, una noche que me marca de nuevo. Me despierto y me dejo llevar hasta que tu voz irrumpe en mi mente. Entonces te veo con un ojo morado. Ese capullo al que amas te ha marcado. No te fías del mundo. Ahora te tengo de nuevo entre mis brazos. Ahora soy yo el que te besa la frente y pido que si no te fías de nadie, solo te pido que tengas fe en mí. No soy ningún dios, ningún diablo, solo soy otro al que la venganza le a llamado. Me susurras que me amas, pero los dos sabemos que es mentira. Salgo de mi casa te dejo acostada, ahora voy a salir de caza, no volveré pero al menos te protegeré...



lunes, 10 de octubre de 2011

En la taberna Rem

Se cambian ideas por tragos de cerveza en la taberna del poeta en la calle de don Anónimo. En el cartel de la puerta ya herida por los años que fielmente nos ha aguardado del frío y de las malas noticias, reza "Los muertos también son bien recibidos". 
Siento mis pies cansados mientras bebo a gusto mis cervezas. Apuro el último trago y cojo de nuevo otro papel y mi pluma, siento el frío calambre que recorre mi mente en busca de dolor, en busca de alguna emoción de la cual beber y volver a saciar mi sed de alcohol. Muchos de atrás me miraban fijamente mientras que yo era consciente reía de sus celos. Otros estaban sorprendidos, pero yo solo tenía sed y ganas de olvidar mi pasado, darme espacio para poder huir y correr para no ser alcanzado. Entonces cierro los ojos y recuerdo el lago, recuerdo el maldito pasado y dejo que fluya a través de mis manos. Entonces un nuevo calambre y siento como empiezo a recordar el futuro. Mierda, intento detenerme pero las palabras no quieren. 
Entonces veo como cada palabra que trazo se graba a fuego en mi mente. Esta vez es diferente, siento como el miedo corre dentro de mí. Entrego el papel y miro al dueños de la taberna, me tiende una cerveza con desgana, está harto de mí. Empieza a leer, sonríe al levantar la mirada mientras me mira. Me termino la cerveza con un amargo regusto, ya no queda placer, el miedo me lo robó. 
Me pongo la gabardina y me pongo el sombrero, es hora de salir a la calle. Mi papel en esta obra a finalizado. ¿Por qué? Pues porque las palabras me han susurrado en lo más profundo de mi alma...
Ella ha vuelto, empieza a correr...

domingo, 9 de octubre de 2011

Héroe

Escribiendo con mi pluma muchos intentaron hacerme arder mientras se terminan las hojas de su historia. Mis armas tienen solo un nombre, muchos lo conocen y lo temen. Me manejo entre los límites de mi mente, nado en un mar de lava y siento frío, soy contradictorio mientras le miro a la muerte a los ojos y me siento eufórico al sentir que es él quien me tiene miedo a mí...
Me siento en cualquier azotea de esta ciudad, llevo máscara pero no soy ningún héroe, ya no. Esta ciudad no tiene salvación, no es ciudad para buenos. El mal sigue flotando en el aire, sigue matando mientras veo todos esos rostros caer delante de mí.
Me levanto y salto de cabeza hacía el vacío de cabeza. Se siente bien, es emocionante. Aterrizo mientras que un grito ahoga llama mi atención. Un nuevo cadáver cae al asfalto. Tantos muertos y tan pocas tumbas. Nadie se para a contar los sueños rotos ni las lágrimas derramadas, pero yo tampoco. 
El diablo ahora se sienta a mi lado y me mira a los ojos. Y el silencio nos oculto a ambos, el mundo corría a mi alrededor, no era más que un grano de arena en esta playa. Me trae al pasado y vuelvo a ver tus ojos, por ellos estoy en esta pesadilla. Pero mi sonrisa vuelve a mí. Merezco morir, pero sigo estando castigado, no he cumplido aún mi condena. Vuelvo al asfalto de mi ciudad mientras que extraigo mis pistolas, nadie se sorprende, me da igual. Esta noche, todos arderán, no es justicia, no es castigo, es venganza...

sábado, 8 de octubre de 2011

Reflex

L’espill em reflexa

Tu estàs darrere de mi

Sento la teua presència

Veig la teua armadura

i la meua nova costura


Veig els teus ulls

i els meus cabells

t’aproximes per besar-me

però la imatge s’esfuma com espuma


Apareix la teua dona

em recorda que tu eta seua

que mai jo seré teua

i que hi ha una diferència

que mai desapareixerà


Ella gelosa està

però no em pararà

La meua lleialtat sempre estarà...

Cel, tu per a mi sempre únic seràs...

viernes, 7 de octubre de 2011

Fuerte o quién sabe

Si te crees inferior te pisan, es la maldita ley de este podrido y asqueroso mundo. Pero ahora me miras a los ojos mientras muchos te zurran y te golpean. Cualquier final feliz está lleno de heridas....

Dos enamorados mirándose a los ojos, mientras que yo tengo que recordar las largas horas que pasé buscando tus caricias y tener tus labios. Mi princesa que me observa desde los balcones de blancas cortinas, el mismo blanco de tus vestiduras iluminaban mi camino, mi camino hacia el cielo. Suspirar mientras tenga tu corazón.
Seré fuerte para no tener futuro, sino para hacer mi propio futuro estando a tu lado y poder decirte todas aquellas cosas que jamás me atreví a decirte al oído. No soy ningún dios, solo soy un hombre. Me dicen que soy fuerte pero lloro hasta caer muerto en la cama. Por más veces que me tumben tus espadas directas al corazón has de saber que siempre me levantaré y volveré a luchar y la próxima venceré.

Ahora una nueva princesa despliega sus alas ante mí. Su sonrisa me da fuerza, no sé lo que es ser fuerte pero ahora me tendré que volver invencible para poder estar a tu lado. Ser un demonio en este infierno. Escupiré las llamas de la venganza para regalarte las palabras más bellas. Mi princesa inalcanzable, algún día estarás entre mis brazos note olvides, pongo a Dios por testigo, que te regalaré mi beso más querido...

jueves, 6 de octubre de 2011

El principio de la revolución...

Los muros, las cadenas, gritos acompañados de silencios. Muchos tesoros escondidos es esta podrida ciudad. Llega el amanecer con el sollozo de alguna princesa perdida entre el asfalto. Nos pisa y gritan mientras de sus bolsillos caen monedas que nos aplastan, de las que necesitamos para vivir.
No creo que exista una justicia justa, suelen decir que es ciega, pero yo creo que hace tiempo que dejó de existir. Solo ante ese maldito billete que me da la vida, me mantiene atado con el yugo de la vida atado al cuello, solo quiero vivir pero ahora dudo que el infierno sea peor que esto.
Pierdo mis últimos instantes de libertad entre las 07:59 y las 8:00, ahora me levanto de la cama. Hace mucho que no duermo, ahora entiendo la sombra oscura de los ojos de todos los adultos que me protegían. Entiendo el mundo, se que fallar no es una opción. Me enseñaron a pensar pero ahora solo he de actuar bajo una falsa fachada. Lágrimas encerradas dentro de un tarro de cristal mientras que de pronto la sonrisa de un niño, la felicidad en esos ojos inocentes... esa mirada tan pura...grita ...niños saltando a la comba... lucha... me miro las manos y comprendo que yo tal vez no tenga futuro, pero ellos si. 


Un grito, cae la noche, los pequeños se van a dormir. Los peces gordos toma las calles. Miro mi mano y veo el revólver, miro mi otra mano y otro revólver. Miro al frente y todo se convierte en una tormenta donde los rayos son mis balas de plata y los truenos el rugir de mis pistolas. 
Sonrío al ver los cadáveres, algo me dice que mi trabajo aún no ha finalizado, solo ha comenzado....

miércoles, 5 de octubre de 2011

Mundo gris

Avanzar sin poder parar de temblar ante el precipicio, oír una voz que te promete elevarte al cielo, asomarte al abismo y saltar al vacío. Saco mi navaja y desde la azotea miro como el mundo se despliega debajo de mis pies. Todos tienen una meta, todos menos yo. La duda me corroe, el silencio es solo acompañado del silbido del viento y por el amargo pasado.
Pero desde las alturas veo como pocas personas alzan la mirada, sus ojos son tristes. Veo como la libertad es atada por el nudo de una corbata, un traje gris ahoga la poca libertad que les queda a los pocos jóvenes de este mundo.
Un trueno grita, poco a poco las gotas de lluvia amenazan con azotar con fuerza. La luna se esconde entre los nubarrones y la niebla toma la calle. Los desechos de la sociedad vuelven a salir, se adueñan del asfalto, entonan los cánticos que en su tiempo les enseñaron....

Afilar mis cuchillos....

Afilar mis cuchillos, sentir el calor de los fogones en su esplendor. Ahora me enfrento ante mis ingredientes, lástima que aún estén vivos. Caliento mis manos, miro y pienso. ¿Dónde habré puesto el caos? Sonrío al abrir mi despensa y encontrar mi vieja petaca entre botellas vacías. Sonrío, la melancolía vuelve. Otra vez, mierda...

Observo desde la ventana  como el frío se acerca más cada vez que amanece. Me vuelvo y veo mi cazadora, cuantas noches hemos estado juntos, cuantas noches hemos vagabundeado y sentirme libre sin poder decir que era alguien. Mis aventuras me llevaban a lugares fríos, a lugares donde tristes personalidades se escondían de la luz para dejar paso a grandes y verdaderos luchadores, a gente con adrenalina en la sangre, verdaderos amantes de la vida.

Recuerdo como muertos en vida me miraban desafiantes, pero yo me reía delante de ellos, saltar y volver a volar. Poder correr y sonreír ante el odio de los que intentaban cortar el paso. Era el malo a los ojos del mundo, pero lo que ellos no saben era que yo soy diferente y por eso no significa que fuese malo. Estaba feliz al ver que me tenían en el punto de mira, era su objetivo y pensaba en dar guerra, el resultado me daba igual, ¿qué tenía que perder? En ese entonces nada...

Sonrío, me pongo la cazadora, me calo mi sombrero, lleno mi petaca y empiezo a jugar con la lengua con un palillo. El viento me azota, miro a los nuevos perros de esta maldita ciudad, mi sonrisa desaparece, mi rostro se ensombrece, ahora esto no es por diversión, es un deber. Miro al cielo, espero que algún día alguien me entienda, pero creo que no será en esta vida...

Afilo mis cuchillos, bago por las noches y veo como la mierda se amontona, pero que más me da, yo soy como ellos. Alzo de nuevo la mirada y la agacho de nuevo, tres sombras me rodean. No precisamente buenas personas, pero yo tampoco..........

domingo, 2 de octubre de 2011

Dejar el conocimiento de lado....

Sentir latir tu corazón, susurrar tu nombre y poco a poco ver le distancia que nos separa y arrodillarme mientras me hundo en la desesperación. El sentir el barro engullirme mientras que el mundo se ríe de mí. Algo va mal, yo también río. Una lágrima se me escapa, al fin vuelvo a llorar. ¿Pero de que me sirve? Cierro los ojos con fuerza y aprieto los puños, todo es inútil. No hay nada más que ver que el barro ya me llega hasta el cuello...
Sentirme con el agua al cuello, ver como los problemas me alcanzan, sentir la ira fluir, los recuerdos de la vida pasada con una sonrisa en la cara. Ahora soy un monstruo, soy alguien con nombre, alguien con fuerza. Soy capaz de saltar muros, de destrozar barreras a burlarme de la muerte y temer a un insecto. Soy alguien que cuanto más pierda menos tiembla, soy la bestia que va a volver entre los muertos para traer un sentimiento nuevo, soy alguien, soy algo. Nada soy. Las cabezas volverán a temblar sobre los cuellos que me pusieron esta trampa...

Alzo las manos, quiero volver a luchar pero no tengo rival al cual me tenga que enfrentar. Demostrar que mi rabia irradia calor, nadie quiere verme detrás corriendo con las llamas del infierno en mis ojos. Soy débil, mato mi propia esencia a tragos, que mierda que se necesite más de una botella para olvidarte princesa. Dando tumbos me doy a la fuga, no me queda opción. Soy insignificante, veo enfrente y veo un cartel que me da la bienvenida. Más quisiera él. 

Esconderme entre las mantas del pasado, este también se volvió amargo. Entre cálidas horas dejando libre mi mente, pierdo tus ojos en el olvido. Mi cuerpo desfallece y mi alma ya no puede más. Creo que volvemos a empezar a sentir como el odio se vuelve a filtrar. No tengo nada, no tengo nadie con quien mediar palabra. Se que no puedo escapar, ahora os voy a plantar cara....

Hola fills de puta



Avui em presente tal i com sóc, amb totes les meues faltes, però avui em sent més pròxim a tots aquells problemes que poc a poc em retenen. Ja m'han donat la senyal, ara comença la carrera. Us transmetré tota la meua ira, vaig a dir-vos que ja me cansat de agafar carrereta i ja estic disposat a botar al buit. Avui vos parle amb la meua llengua materna, amb la que ja la gent em coneix, vaig a demostrar-vos que amb tots els meus errors, encara per a vosaltres sóc invencible.

Gràcies a tots i totes que m'han fet adonar-me'n de tota la merda que tinc al voltant, ara es hora de dir-vos que vaig a caminar, tanta carrereta per a botar es una merda...

Una nova caseria a tornat a començar, la sang correrà, ara estic sà. Podrit, però viu. Estic excitat al tornar veure córrer sang. Amor meu, escapat no vull que em veges tal i com sóc. Ara el monstre està dintre de mi i vol eixir, massa temps ha estat tancat. Maleïda fera ferotge, açò ja eu sabies cabró.

Benvinguts a la merda, açò es l'infern del meu cor. Tinc la vida per davant i el vals no a deixat de sonar. Amb els meus ullals començaré a d’esgarrar els vestits, la carn i l’ànima. Ja no tinc límit, el odi eu fa tot més lent i a mi més ràpid. La ira m'agafa del coll, obri les meues ferides i disfrute trencant les barreres que m'han imposat. La natura vibra davant del meu cant, la meua venjança serà consumada. 
La lluna em mira trista, pensa que perdé. He canviat, ja no et tinc al meu costat. No tinc res a perdre...

Em sent dur per la força del vent, la mort està agafant-me de la mà i jo se la ofereixo poc a poc, ja no tinc consciència, el nèctar es la meua perdició. Necessite força, necessite velocitat, necessite ser salvatge... Poc a poc les cadenes es trenquen, la bèstia les arranca del sòl. Es sent bé. 

La meua lluna em mira i poc a poc intente trobar-te mal parit. Estic donant-te caça, corre perquè vaig a per tu. He vist la cura als meus mals però les ferides no em deixen avançar, he perdut massa sang. Allargue la mà però no aplegue. Sóc mortal, soc humà, soc normal.

Es el moment en el que jo entre en escena, aquesta va ser una nit que mai oblidarem...
 

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