Grito Vacío
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domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Alguien?




No hay protagonistas en esta historia. Solo existe un conocimiento que lo mantienen prohibido. Un guerrero que pierde la espada en una estúpida estocada. Un músico sin instrumento en el maltrecho maletín. Un humorista sin humor.

Me siento entre las piedras de esta cala. La marea me trae ese olor lejano del mar. Ese olor a libertad. Tus ojos me amarran a tierra. Me hacen tragar cada gota de tu veneno. Nado y siento tu mirada clavada en mi cogote.

Las letras de tu nombre forman mi abecedario, cada letra que mi alma grita, la escribo en esa pizarra a la que llamamos vida. Mi tiza son las horas que he visto el infinito agarrándote de la mano. Una cosa te prometo y no es el cielo, es el universo. Gritar al mundo que no te podré besar jamás, pero me da igual, al menos te podré salvar del mundo con tu susurro, me encamino hacia el futuro de esta cueva oscura. la noche me hace recordar tu nombre y con las letras como tiza, tomo el cielo como pizarra y vuelvo a narrar nuestra historia de amor.

Ahora me miras través de un ridículo espejo al que llamamos realidad. Pero el veneno me sigue quemando y aunque me guste este cruel sentimiento, tus cabellos me hacen arrodillarme en el cemento mojado. Y la lluvia empieza de nuevo su estruendoso canto. Ahora el acero cae en forma de gotas. Me desgarran la piel mientras la sonrisa de tu rostro me hace caer en el profundo abismo del universo. No hay sol que alumbre mi camino..

El silencio, el agua me ha traído a la costa. No se como llegué hasta aquí pero quiero volver a mi ciudad. Me siento desconsolado. La encrucijada de mi rabia me mantiene a ralla. Ahora corro en busca de otra ciudad que arrebatar al rey del mar. Rugir al alba mientras la tormenta me alcanza. El tictac de un reloj me hace recordar que vuelvo a estar contra reloj. Vuelvo a correr. El estruendoso olor a gasolina y un paquete casi vacío me alegra la vista y me alerta que ahora necesito fuego para poder fumar y volver a la carga. Algún demonio me presta su llama?

martes, 22 de noviembre de 2011

REVENGA...

Sentado en mi sillón recuerdo las batallas que libré con mi botella de aguardiente y mi fusil saltando entre las trincheras. No había sangre, solo el alcohol destilándose y mezclándose con la pólvora y el sudor. Estar acostado en el suelo repleto de cadáveres. Bebiendo sin perder el alma y conservo el recuerdo grabado entre la escarcha del nuevo invierno penetrar nuestros cuerpos. Miro mi colgante, tengo una foto con tu cadáver en brazos. Te quiero olvidar. Mi vida por tí me metí en una botella que me llevó a la revolución.

Quiero que el mundo escuche mi grito. Quiero escribir vuestro terror. Quiero saborear todo vuestro dolor. No siento motivo de rebeldía, solo quiero estar junto a mi botella de aguardiente. Disfrutar de tus días mientras nos ahogamos en la lenta agonía del pánico que me hacen sentir tus lloros. Acaricio tus mejillas, agarro tus muslos y los saboreo. Suspiras y te vas...

Cargo mi fusil y salgo entre las trincheras. Siento la resaca de la noche anterior. Me hago de notar pisoteando las cabezas de mis enemigos. No soy fuerte, solo un combatiente con la muerte como mi ángel de la guarda. No uso balas, no tengo armas. Solo tengo la velocidad de mis piernas y la ferocidad de mis garras  de acero que me rige a cada momento que me levanto del suelo. Estoy vacío, no tengo sangre ni bebida que derramar. Un cabrón disparó a mi botella. Miro al frente y del suelo recojo una guadaña. El manto de la noche me cubre y con mis garras salgo a cazar algo de carnaza para derramar sangre sobre la tumba de mi hermana Libertad.

Ahora ni Amor se atreve a interponerse en mi camino. Amor sabe que ellos la mataron. Me oculto con el nombre de Odio, otros me conocen como Justicia, pero mi nombre ahora es VENGANZA....

domingo, 20 de noviembre de 2011

.-.-.-.-.

Anduve por las sombras durante toda la noche. Tus recuerdos me hacen dar vueltas de campana. Mi alma se siente desamparada. Mis palabras se olvidad de lo que fui para tí. Mis sentimientos se desvanecen, el dolor es un mero suspiro. Solo tengo miedo. Quiero tenerte entre mis brazos, acariciarte el pelo. Arrancarte tu pureza, cogerte mientras caes, ser el lobo que te devora mientras lloras. Destrozar tus penas a golpes de placer. Ser el vicio y no el viciado. Ven a mi lado a ver el cielo. Siempre que estás a mi lado la noche tiene un color azulado.

Mis cigarros me hacen olvidar, cuento las horas que me quedan en este bar y volver a olvidar mi presente. Lucho por desaparecer y decir que jamás tuve que existir. Me siento cansado. Las cervezas me hacen entrar en calor. Me siento relajado. Un tipo se sienta a mi lado y me sonríe. Empezamos a beber. Ese tipo me recuerda a mí cuando aún tenía corazón. Le doy mis últimas pelas, que disfrute de la vida. Aún tiene tiempo. Me alejo del local andrajoso, los coches me zarandean. Los gritos me hacen despertar. La niebla me hace esconderme entre las esquinas. Nadie quiere verme, yo tampoco.
Sentarme en el suelo, los chavales me miran. Unos jóvenes con camisas de pico se ponen a liarse a puñetazos con un vagabundo que había a pocos metros. Miro al cielo y nada ha cambiado.

Me levanto del suelo. Los miro. Algo en mi vuelve....

El dolor y el recuerdo vuelve a mí. La rabia me hace volver a ponerme a correr. A gritos me intentan intimidar. Pero con mis puños les hago saborear la sangre de mis nudillos. El hombre medio herido me mira asustado. El miedo me hace excitar. Me giro y un puñetazo me hace perder el equilibrio. El de al lado saca una navaja y el terror me hace olvidar... 



Me despierto del suelo. Mi camisa está todo hecha jirones. En el suelo se encuentran los cuerpos de aquellos pequeños perros malcriados... Al parecer se auguran tiempos de dolor. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

Papel y pluma

Y decidme quién me puede mirar a los ojos sin apartar los suyos. Saltar me emociona tanto que me dejo llevar y siento el viento elevarme al cielo mientras nuestro mundo se hace más pequeño o dudar si yo me hago más grande. No tengo miedo de caer, esta vez me agarraré a una nube y me haré un caballo espumoso. Cabalgaré entre los rayos y las lluvias que en otros tiempos me hicieron llorar. Soñar con tener un nuevo reino con el que poder jugar y apostar por quien morirá antes. He perdido tantas veces, les debo el cuello a tantas personas que ahora no tengo nada mío y menos la hora.

El pasado y el presente entrarán en batalla, me muestran sus armas. Afiladas espadas, escudos capaces de soportar el peso de un dragón. Mi único aliado es el futuro que con fuerzo empieza a crecer. No lo voy a permitir mermar. Ahora vamos a estrechar lazos con la muerte, vamos a ver quién bebe más cerveza y vino de su cantina. Veamos quién puede cortar el cielo con su espada y saltar de cabeza al infierno para traer unas costillas asadas. Luchemos por ver quién puede beber la hidromiel de las preciosas ángeles que vigilan nuestras disputas sonriendo a ver quién las besa primero.

Sentado bebiendo vino, mi rival empuña su espada, yo afilo mi pluma, saco un tintero y papel. Sonríe, odio cuando se creen superiores. Se lanza al ataque y furtivo esquivo su estocada llena de orgullo. Entonces se vuelve a abalanzar sobre y le tiro la tinta a los ojos, clavo mi pluma en su mano derecha y lo inmovilizo. Me mira atento, cojo el papel y se lo meto el papel en la boca y le tapo la nariz ahogándolo. Suavemente y de manera elegante la pluma vence a la espada. Su cuerpo inerte en el suelo mira el techo de la habitación. Le hago un corte en la mano donde le había clavado la pluma y escrivo mis últimos versos. Es hora de avanzar, cae la noche y muchas cabezas van a rodar...

sábado, 12 de noviembre de 2011

Las azoteas...

Entre las azoteas de la ciudad se extiende mi reino. Me dejo llevar por la suavidad de tu viento. Miro tu ventana y veo que estas acompañada. Me entristezco y deseo estar a tu lado pero para tí ya estoy muerto. Me vuelvo y miro el suelo. ¿Por qué no puedo olvidarte? Y salto de cabeza, me agarro a una farola y evito la estrepitosa caída. La muerte es fiel compañera, pero mala amiga no sabe tener una conversación decente.

¿Morir o vivir? Tengo que huir, para huir he de estar vivo y para eso morir es malo. Nadie decide el número de pasos que puedo dar. Tu recuerdo está latente al lado del vacío donde estaba mi corazón. Mis heridas ya cansada de abrirse vuelven a derramar mi sangre envenenada. Ahora he de luchar por mi alma. Quiero luchar aunque ahora no tenga villano que derrotar. Escribir mi historia con los cañonazos de mis balas. Quiero ser la tormenta que azotará con fuerza a mis rivales. La luna está llena, mi garganta está seca...

Quiero sangre, un momento para cargar mis pistolas. Objetivo fijado, el enemigo es el mundo. Me aparta pero hoy no estoy para tonterías. Oigo la alarma y un cristal romperse de un banco cercano. Sonrío, la noche es joven al igual que el nombre de mis balas. Sonrío, nueva rata sale de su cloaca. Me asomo por la esquina y en efecto, un joven con pasamontañas ágil como una gacela huye entre los disparos. Pasa por delante de mí. Me mira y ríe. Me aparta a un lado y con su cuchillo me atraviesa el corazón. Le agarro de la mano y ahora soy yo el que sonríe. Se sorprende y caigo al suelo estrepitosamente. Ha sellado el contrato. Eres mi víctima y yo el depredador. 


Las personas me miran y se sorprenden al verme levantarme del suelo. Me sacudo el polvo y el sombrero. Desaparezco entre las sombras de un callejón. Encuentro el joven en una de las azoteas altas, donde ya mis dominios escasean. El joven se gira y me mira, se quita el pasamontañas. Antes que se lo quite, una de mis balas se abre paso entre sus cejas. ¿? Miro el rostro. Uno de los lideres de los cielos. Quito su anillo de cristal. Mi reino se extiende. Busco la nueva guerra. El cielo es la meta...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Paraules per paraules...


Pensi en els teus llavis i en les belles paraules que em vas ensenyar, quan la lluna ens va acomiadar. Em vas demostrar que la llibertat es estar al costat de qui més estimes, d’estar vivint dintre d’una altra persona, en lloc anomenat cor...

Veure els teus llavis, sentir el teu suau tacte i càlid sentiment, em fan somiar en aventures on jo et podia estimar sense por a deixar de lluitar. Les teues mans m’agafen fortament i no m’amollen  a les brases de l’odi. M’agradaria fondrem mentre em tens abraçat, però així ja no et podria veure.  Vull besar-te suaument i sentir el teu calor. La meua ira escampa la boira, escapa davall la teua mirada. Tu m’insufles la vida que altres m’arravaten.

Ja em queden poques passes amb aquestes sabates. Caminaré descalç per les brases de la vida o em posaré a volar al teu costat. Agafaré un núvol del cel per a que els dos fem el camí junts. Una mentida em podreix l’ànima, aquesta paraula em recorda al passat i dubte quina es la meua vida. Estic amb tu al reflex de l’espill de la meua ment, sóc feliç però l’ombra de la fera em cobreix i torne a estar encadenat. La venjança m’atrau, sentir la ràbia em fa sentir fort i salvatge, la bèstia m’estima, forma part de mi. Aquest dimoni, és un mal que a molts toca, pitjor que el d’Almansa, però es la meua única aliança amb la meua ànima. I tu ets a qui més estime i per això tinc por, no vull sentir el dolor que em tornarà a matar a pesar de que ja l’enyore.

Ara tens els teus ulls posats en el meu record mentre llitges cadascuna de les meues paraules i així l’estiu tornarà a brollar entre nosaltres i una nova oportunitat per a poder estar junts. A cada síl·laba, el teu cor m’acaricia suaument mentre que l’odi de la bèstia recula. No li facis cap mal, té por de que ens tornen a ferir. Fins el llop li entrega el seus cor a una dona i plora mentre intenta desfogar-se amb la cacera.

Ara, sóc assegut entre els murs del saber que en faran volar al teu costat estimada....

Princesa del vent.

martes, 8 de noviembre de 2011

Triste pero los perdedores nunca se dan por vencidos, ahí erradica su victoria....

Me alabas como a un dios, me tienes en un pedestal. Poco a poco me encierras entre los barrotes de tus falsas promesas. Me frustro al pensar que poco puedo dar al juego. Solo perder está al alcance de mis manos. Entre mis llantos, mi desasosiego me hace volver entre tus barrotes impuestos. Me derrumbo, lágrimas no vale pena derramar.
Levanto mis puños y golpeo el cielo con los pies. Salto de cabeza por el precipicio y sonrío. Me dejo perder mientras los demonios de tus palabras carcomidas me dan fuerzas para avanzar. Viejo mentiroso, ruin embaucador, tu cabeza rodará bajo mi júbilo. No te olvides, de nuestras añejas apuestas aún me mantengo invicto.

Salto por encima del cielo teniendo las manos en el suelo, boca abajo me burlo de la vida y quiebro la gravedad. Macabra palabra acude a mis mentiras mal disimuladas. Mi humor no es conocido por gracioso, mi espada si tuviese labios y voz, de poco le serviría. Solo otorgaría los besos que hacen que te deje de latir el corazón. Mis palmadas hacen que truenos caigan sobre tu cabeza. Hago temblar la tierra mientras hablo con el difunto hermano que me prometió otro botín. Él es nuestro juez. Esta vez jugaremos al ajedrez. Este juego es un tanto especial, te hará vivir en la piel de tus piezas, juega sabiamente. Te aviso, jugué contra la muerte. Ahora te pregunto, ¿tienes frío? Aquí tengo un manto negro del último de mis oponentes y nuevas piezas de hueso tan blanco como el marfil.

Soy portador de desdichas, los gritos de las piedras al cruzar mi camino son enmudecidos por mis pasos. A lomos de mi caballo negro surco las espesuras de los bosques en busca de venganza. Maldito. tú que me arrebataste mi capa y mi espada. Tú que robaste mi cabeza... Te auguro la peor muerte de todas y el acero de mi guadaña vibra excitada. Corre, es tu última partida. Aprendíz de novato, el verdadero juego empieza a la caída del sol.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Caigo abatido, ¿pero qué más da?

Gritando al mundo entero me siento abatido, agotado. La música sigue sonando y mientras a lomos de un caballo, la princesa rescata al príncipe, yo os narraré una historia que tal vez esté empezando a nacer en el fondo de mi ser...

Pierdo mis valores, de mi odio está naciendo la fuerza que me hará cortar metal con solo rabiar. Oigo los estruendosos galopes de una guitarra que al rasgar hace temblar a la tierra. Mi sentimientos afloran, pero mis palabras me hacen sentir pesado, demasiada sed de venganza. El dolor me despierta mientras dormía debajo de un árbol. Un guardián me mira y se mofa de mí. No tengo nada más que soledad. Me termino mi último trago de whisky. 

Recuerdo tus ojos mirarme con atención mientras los demás me golpeaban. Sonreías al verme levantar a pesar de mis heridas. Te prometí nunca caer. Es humano perder, pero conmigo la naturaleza se equivocó. Nunca pierdo, nunca gano, me susurraste una vez: "se que jamás dejarás de luchar, así que no pierdas y diviértete. Adiós". 
Solo me miro en el reflejo de quién me odia, no se como me miras ahora, solo siento que ya no es lo mismo, solo siento ganas de destrozar tu pescuezo. Cambiaría mis sentimientos por una copa y olvidarte en el fondo de mi alma. Pero sé que antes de caer voy a levantarme, a dar un salto y desatar la tormenta de mi alma. 


Los golpes nunca cesan y mis heridas yacen descubiertas al frío invierno que me atormenta. Mis sentimientos flaquean, el dolor es insoportable. Me siento patético al no poder dar más de mí. 
 -Veo que no puedo sonreír, veo que perder es una realidad inmutable. 
 -No tengo más ganas de luchar, quiero terminar.
 -Quiero ser sombras del tiempo, pasar desapercibido, convertirme en polvo, llorar al cielo y luego desaparecer...


Y tú me protegiste de los golpes, tú me hiciste reír cuando solo quedaban minutos para acabar la partida y me hiciste vencer. ¿Quién te derrumba ahora? Son las pruebas que te imponen, te crees que te han tumbado, es el principio de tu fin. 


Ahora me das asco, tan débil que te arrodillas, tan débil que perdiste tu orgullo. Rata de pueblo. Tu nombre desataba furia, gritaba venganza, aullaba la revancha, susurraba victoria. Me haces gritar en medio de un valle de lobos para ponerme a prueba y tú ya no sabes ni manejar una simple cifra. 


Tal vez ya no te acuerdes, pero poco a poco te devoro. Poco a poco eres lobo. Los murmullos de mis cadenas a las que me ataste, se rompen. Es mi hora, creo que voy a salir a cortar cabezas, como otro año, hoy salgo de caza.


 La noche a llegado y Werwolf se ha mosqueado. El regreso de la bestia era más que esperado. 
 

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