Grito Vacío
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domingo, 30 de septiembre de 2012

Oh Madre

Hola madre, ¿puedo tumbarme a tu lado? ¿Puedo llorar toda la noche? ¿Pero madre, cuál fue mi pecado? Es cierto que la amo, es cierto que quiero olvidar sus labios que no son míos. Madre, este mal trago es demasiado largo. Tengo el corazón en el puño. No quiero ver la luz, arde. Todo esto me supera, estoy herido. Madre, ¿cuál es mi papel? Madre mírame y no llores. Madre, no te marches. Madre, estoy otra vez enfrente de ti, borracho y temblando. Ayúdame y deja de mirarme con esos ojos. Madre, ayúdame. Odio el infierno y ella me odia por mi culpa. Dime mi pecado, te lo suplico.

Mi sangre es negra como la noche y mis ojos son opacos, oscuros como los de una cabra. Voy dando zancadas por una tierra inhóspita. Una voz me susurra "corre" y veloz me lleva el viento. Una voz me dice "ven" y la tierra me engulle. No hago mal por querer, es mi forma de ser. Vuelvo a correr y esta vez quiero encontrar a alguien. 

Lloraré en tu regazo toda esta noche. Deja que te abrace y no me dejes tirado, madre. Ayúdame a levantarme. Madre, haz que el sol no me encuentre. Ayúdame y no me encierres. Abrázame, quiéreme como hiciste ayer. Ayúdame a salir de esta prisión, cura mis heridas madre. Madre, yo pediré venganza. Yo mataré a quién te haga llorar, madre. Soy un esclavo de tu voluntad. Madre, dame fuerzas y volveré a mi guadaña. Madre, dame un beso para que despierte y yo, ejecutaré al tiempo. 

Otra vez tiembla la tierra, otra vez las nubes cubren el sol. Odio la lluvia pero me encanta su sensación de libertad. Todos lloran, nadie me mira. Todos se callan y yo grito. Llámame, abrázame. Usa mi nombre. Quiero salir de esta cárcel. Necesito salir. Dame carne, tengo hambre. 

Madre, ¿quién era yo despierto? Dame un nombre, no puedo salir sin él. Madre, despiértame de este maldito sueño. Madre, dame todas las letras, enséñame a hablar que necesito gritar. Madre, dame un nombre que se van acordar de mi rabia. Madre, soy tu hijo. Madre, dame un abrazo y déjame luchar. Mi guerra va a terminar cuando yo la empiece. Sécate las lágrimas madre, tu hijo está despertando. Tu hijo no muere. Madre, dame el calor que el invierno me ha robado. Necesito el viento y no el humo que me ahoga. Madre, vamos al jardín que plantaste para mí. Dame un beso en la mejilla y déjame vagar libre.  

Grítalo con ansias, sabes que te espero. Sabes que es lo que siento. Dame una señal para salir corriendo. Tú me necesitas y yo te quiero. Dame la mano, deja que te devore y llévame enfrente de tus demonios. Grita mi nombre por la calle cuando te atraquen. Grita usando mi aullido y acudiré. Dame tiempo que yo los devoraré... 


Madre, tú que conoces mi destino, dame fuerzas. Madre, llámame Dunkelheit Werwolf.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Crown

Nada que me ate que no sea tu sonrisa, nada que me hiera sin que sean tus lágrimas. La lluvia no se detiene, las nubes rugen con bravura y nadie las puede parar. Gritan inocentes niños desde lo alto de un zeppelin para dejarse caer al océano.

Un cuervo, amo de los cielos de la ciudad prohibida. Señor de los muertos. Esta noche trae consigo un alma nueva. Un muerto con sonrisa amarga, cabello sucio y mirada ciega. Les alumbra un cigarrillo. Vuelan sin más amo que el de la venganza que en invierno les alimenta con rabia. Les condena un destino andado de espaldas y con cerillas. Miedo y odio que corren por las aceras.

Es verdad, nadie se mueve y solo se escucha la lluvia caer y me da la impresión que el cielo va a ceder y se abalanzará sobre nosotros. Los truenos y los relámpagos marcan una danza a las sombras y todas bailan. El olor a tierra mojada, el sabor amargo de la cerveza y el humo que se funde entre la niebla cubriéndome. Todo está podrido y estoy aquí porque no hay lugar en el que me pueda resguardar. Vendrán a por mí, esto es una deuda. Las deudas se pagan sino eres más rápido que el corredor.

Me sentaría en cualquier parte y si al lado estuvieses tú esta lluvia seria más hermosa de lo que fue en su día. Ella nos dio la vida, pero tu me das una vidilla que ni las drogas traen en sus caricias. Pero la distancia y demás escusas por mi parte y por tus labios no nos dejan acercarnos. No nos dejan despertarnos abrazados. El tiempo se burla de nosotros y nos da lo que nos merecemos, un par de ostias.

El frío que se siente en invierno cuando el agua se te cala en la piel y sopla el viento dejándote casi desnudo a los ojos del mundo, esa soledad de no poder mostrarte una lágrima en forma de gota de lluvia. A veces es triste pero otras me derrumbo...

jueves, 20 de septiembre de 2012

Pacífica reflexión

Ando bajo la puesta del sol y liando un cigarrillo mato el tiempo que debería pensar en ti. Encierro mis horas en una botella de vino mal cerrada. Tal vez esta ya no sea la ciudad que conocí. Las cosas cambian pero siempre quedará algo del ayer. Lo enciendo y miro mi sombra, se extiende callejón abajo hasta perderse entre la multitud de cuerpos danzantes. Las cosas dejan de ser para empezar a estar. Dejemos el llanto para otro momento, dejemos la pena en la acera violada mientras apuramos el último whisky con hielo.

Sentado viendo los hombres y mujeres, niños y niñas jugando a vivir. Perder sería lo mismo que morir. No necesito estar en la costa para encontrar bonitas puestas de sol. El asfalto deja una visión de rojo líquido que se funde entre los edificios evitado ser apagada.

Al parecer me he vuelto civilizado. Soy aquello contra lo que me creí rebelar. La conciencia me ha mostrado que esto era de esperar. Pierdo la noción del tiempo enfrentándome al viento de cara. La humareda de los coches cubren el cielo y nuestros suspiros se envenenan de ese gas que nos pudre. Dudo que exista algo mejor, dudo que exista algo peor. Dudo que exista algo más allá de la muralla, porque si lo hubiese no permitirían lo que sucede en esta ciudad.

El mundo me cambió y no se en qué. No tengo nada que ocultar, tengo miedo y puro respeto a la vida. La muerte no ha de ser peor que una vida repleta de vacíos fracasos. La victoria llena hasta que pierdes. Te concentras en mantener alta la cabeza y te ponen la zancadilla. Los barrios no son los mismo. La gente está civilizada, está amaestrada. No se oponen, se les manipula como a una estúpida herramienta.

Y si esto es el futuro, perdonadme, yo no quiero ser testigo. Voy a ser partícipe en el cambio. No soy un perro ni un gato. El chacal ha vuelto a la ciudad del mal y os va a contar una historia. 

A la voz de ya

Larga vida al dolor, seamos mentirosos. Bailemos con danzas macabras bajo la luna llena chorreante de sangre. Los edificios son molidos. Las paredes de mi cárcel siguen intactas. La ciudad se reduce a cenizas y mis barrotes se vuelven puro magma. La canción que más suena en mi cabeza es el grito sin esperanza de una rana pisada. Dejo que mi mente bague por los recuerdos brincado entre cristales rotos y heridas que no van a cerrar. No es mi hora, voy a derrumbarme. No quiero soplar en dirección contraria al viento.

Bajo por las escaleras. Abro la puerta, el tiempo se detien y el asfalto se extiende. Ha llegado el momento. El golpe que ambos esperamos. Llegó el invierno y estas son sus puertas.

Me enciendo un pitillo pensando cuando fue la última vez que sentí esto dentro de mí. Es bonito, es malvado. Miro a los niños, ellos no tienen la culpa de nada. Otra calada y un minuto que se funde dejando el ocaso al alcance de mi mano. Se que no es justo, pero es lo que tiene no ser el bueno para nada. No tengo hora, no tengo lugar. Tiro la colilla y echo a andar.

Olerá a sangre. Nadie verá gota alguna porque nadie tendrá ojos para ver. Las ratas han vuelto a salir de la alcantarilla.Vuelven tiempos de calle, tiempos de guerra. Los poetas han muerto y se han llevado a los músicos con ellos. Esto no tendrá cabida en la historia. Llega el frío y trae consigo la venganza del miedo. Justicia y amor han muerto en la esquina. Odio lloró y las llamas se volvieron hielo y yo soy uno de los copos que van a caer, seré el que desatará la ventisca.

Me estoy demorando. Son las doce menos cuarto y aún no he llegado a ver rodar tu cabeza. No quiero hacer esto. No quiero volver a mancharme las manos de sangre. Esto no debe ser natural. No quiero volver, pero era tan divertido...

Pero es cierto, he de volver. Yo siempre vuelvo. Mi jaula de cartón cedió y escapé por la rendija. Me escurrí entre vuestros dedos. Pero hoy vuelvo a nadar entre la mierda y vosotros sois mi presa. No es justo que paguen justos por pecadores, ¿no? Haberlo pensado...

Todo se vuelve más lento, las cadenas surgen del suelo. Pero me ha oído y ha vuelto para quedarse, es feliz y tengo miedo. Esto no es bueno. Cuando empiece, no habrá pausa.

La ciudad vibra, hoy es luna nueva. Me enciendo un cigarrillo y cuando el humo se desvanezca... habrá comenzado. ¡Sorpresa, jajajajajaj!


sábado, 15 de septiembre de 2012

Los sueños en sueños quedarán.

Es un mal día, las nubes empañan el cielo de la ciudad gris. Es un día triste para las flores al ver arder su pequeño jardín y nadie las ayuda, el humo, el fuego las marchita y las deja a merced del viento como ceniza. Se muere lentamente la tierra, sus sollozos se ahogan entre las lágrimas de personas desamparadas. El viento trae consigo las cenizas, el olor a muerte. Todo está vacío y nada queda en esta ciudad.

A lomos de una nube me dirijo a la luna a esconderme de tus miradas repletas de decepción. No fui un compañero ideal y por eso mi nube se evapora. Caigo al vacío, el viento azota mi rostro, me roba el calor del sol y el océano me engulle entre sus oscuros tentáculos. El olor desaparece y siento el agua encharcar mis pulmones. Tengo frío, pensé. Una garra me atenaza la garganta, me ahoga y no hago nada. No quiero vivir así, no pienso luchar, pienso en ti y como se te llevó el agua. Un anguila me mira con sus ojos fijos en los míos y me susurra...

Es un mal día para nadar en las aguas. Hoy es un día triste porque estás solo y no tienes ánimos para levantarte. El agua te engulle y te apaga. Solo eres una llama de una vela que se apaga con la mínima ráfaga de viento e incluso a veces con la brisa que trae el otoño de tu ventana. Todo está oscuro y a nada le importa que el agua te arrastre hacia sus entrañas. Estás vacío, estás sin sentido. Enhorabuena, te has perdido.

A lomos de una anguila me dirijo a una gruta submarina para esconderme de tus miradas en mis pesadillas. Miradas repletas de fascinación y la herida sangrante que escuece al sentir que no soy más que una decepción. La negrura de la gruta me impide ver y un pez de las profundidades me ilumina. La anguila vuelve a su corriente y un pez me mira fijamente. Me agarro a las paredes, no están frías. Ellas cálidas me cuentan sus sueños...

Lo siento, es mal día para escurrirse por la gruta. Hoy es un día triste como todos los demás, viste la luz del sol que tanto ansiamos y estás frío, no muerto. Nosotras escondemos el calor del corazón de la tierra. Ella muere cada día y nadie llora. La destrozáis y ella os sigue amando. ¿Pero qué te ha pasado? Sangras por un corazón roto, sangras por rasguños. ¿Por que sangras? No llores, tus lágrimas se las llevará la corriente, escuece pero es lo que se siente al ver marchar el pasado amado. Estás roto, estás triste. Enhorabuena, perdiste algo más que tu nombre...

Y despierto empapado en sudor, acariciando la almohada añorando tenerte en mi cama. Así que con un peso en el pecho me levanto dando bocanadas, siento que hay veces que se me para el corazón, que se me quiebra el alma. Estoy perdido en el océano, estoy cayendo del cielo, estoy escondido entre las rocas de una gruta submarina. Estoy huyendo del tiempo, estoy huyendo de ti. Me vuelvo a acostar cuando de pronto la almohada me susurra...

Volvamos a empezar.      

martes, 11 de septiembre de 2012

Al final ásperos se volvieron.

Jajajaja ¿Qué puedo hacer? Estás lejos y no quieres que me acerque. Niegas mi ayuda, echas a correr por la calle sin mirar atrás. Quieres olvidar pero no puedes y te enfureces. Pasa el enfado y te entristeces apenando a tu corazón. Una estocada más y caerá otra vez a esa oscura tiniebla y reconstruirás ese castillo de hielo que en verano el sol derretirá y la historia se repetirá. No quieres que te pisotee y no lo hago. No quieres que te hable y tampoco lo hago. Pero te prometí que no haría más daño y no se si lo hago. Voy a ser paciente para que veas que mi herida es grande y sin lágrimas podré seguir adelante aguantando el escozor. No quiero que te preocupes por nadie, lame tu sangre y mira la luna esta preciosa noche, mañana serás más fuerte.


Me gustaría escuchar de tus labios "te quiero". Pero ahora solo te concentras en no herirte más. No elegí un camino de rosas. Las hostias también me duelen a mí, además sangro más que el resto. Soy flojo y si yo no he caído tú aún deberías tener una sonrisa más ancha que un trozo de melón, blanca como las estrellas. Eres salvaje como bestia feroz que corre entre los árboles sin poder ser detenida. Serías feliz si nada de esto te hiriera pero así ya no serías hermosa. 

La historia de mi vida, es vivir y hurgar en la herida hasta dejar de sangrar. Mirar otra vez la acera que se vuelve fría a medida que el viento sopla con fuerza y la lluvia moja mis sueños. Las heridas son para todos iguales, todas escuecen pero a algunos los despierta a otros los desespera. Quiero pasear por tu terraza y tropezar con los hilos de tender, perderte de vista cuando estás escondida entre la puerta y la pared. No pediré perdón, no me lamentaré. Oprimiré el dolor en mi pecho y que nadie vea como sangro. Que nadie sea partícipe de esta atrocidad. No soy ningún héroe ni jamás lo seré, soy un ladrón, un cobarde y un bufón. Pero aunque nadie lo crea tengo honor.

Me sentaré a esperar, me encenderé un cigarrillo y me beberé una cerveza y aunque me arrepienta te desearé que me olvides. No voy a mirarte a los ojos para que te sea más fácil pero no te cerraré mi puerta. No tengo llave y no quiero quedarme afuera. Estaré sentado mirando como juegan los niños con el vago sueño de verte corriendo hacía mí siendo feliz. Pero esto es lo que merezco, no hago nada para cambiar la historia. No quiero romper la trama, quiero que la obra sea representada según el guión sin quebrar ninguna hoja. Así que te deseo buenas noches y dulces sueños Princesa Damph. 

Me voy, no se si volveré. No llevo equipaje, tampoco lo necesitaré. He de pensar en mí y así volver a sonreír y a llorar. Volver a vivir. Solo te pido que juegues otra partida más aunque yo no sea tu rival, juega para ganar y al menos sabré que no perdí el tiempo...

jueves, 6 de septiembre de 2012

Memorias de un llorón.

Unos ojos que no se olvidan, una niebla que me impide avanzar hacia delante. Que nos lleve el destino por sendas sinuosas y de una sola caricia poder encontrar los labios que reconforten el corazón. Miradas que nos enseñan que hay algo por lo que luchar, algo a lo que amar y que son capaces de ver el mundo a nuestro lado. Te arrodillas y miras que el suelo está lleno de huellas. En lo más hondo de tu pecho sientes que no estás solo, que muchos estuvieron. Que el camino aquí no se detiene, que hay algo más allá del bosque. Que tus fuerzas vuelven a florecer. Sabes que ahora no necesitas alas para volar. Que de tu grito un nuevo día saldrá y su luz se escurre entre los árboles inalcanzable...

Y cuando la ciudad se cubre de nubes y llueve, se confunden las lágrimas con las gotas de lluvia. La gente se lamenta y ni lo entiende. Sencillamente quiero desaparecer, borrar mis huellas... Pero he de lamer la herida, beber a la nueva luna. A esconderme entre las farolas, besar el cemento y gritar que hoy vuelvo a sentir un corazón latir. Dije que quería estar solo y vi, que era cuando más necesitaba una mano. Recuperé las ansias de sonreír de verdad, a dejar de mentir y ver que nada me puede retener. 

Miradme, sigo en pie. ¿Pero de qué me vale si sigo aquí parado? No tengo lugar al que llamar hogar. Llamadme lo que queráis, no será la primera vez que lo oiré ni la última. Muchos me han juzgado, otros han intentado ejecutarme... pero a diferencia de ellos yo sigo escuchando los corazones latir. Me miro al espejo y veo que estoy desmejorando, que los edificios se hunden que no queda ni un banco donde sentarse. El tiempo transcurre y lo sabes. Solo se escucha el llanto de la tierra. Y ahí estás, en medio de nada. Mirándome, pidiéndome que dé otro paso, que me acerque. Un paso mío, dos tuyos. Uno adelante, otro atrás. El miedo me pesa y el orgullo me engulle. El frío se sienta en mi pecho y el dolor hurga en el resentido corazón. 

Tomándome un ron con cola en tu honor, veo que solo puedo decir un triste "lo siento". No quise meter a nadie en esto. Es mi problema y no he de pedir nada a nadie. No he de llorar otra vez. No podré mirarte a los ojos y sin dejar de ver un pequeño destello de decepción. Las hadas solo existen en los cuentos. En el mundo real tampoco hay buenos ni malos, es demasiado complicado. Todo es distinto y nada es igual. Volveré a mirarte, volveré a estar sentado a tu lado con cara de idiota por toda esa ayuda que me has dado. 

Muchas gracias. 


miércoles, 5 de septiembre de 2012

Contar fins a deu abans de cagar-la

Nits de lluernes, carícies davall del sostre estrellat. Besos amagats i furtius de les hores que he passat al teu costat. Moments en que em sentia volar, lleuger, capaç d’agafar un tros del cel o algun núvol descarat i portar-te’l aquesta nit al llit per a que somies en dolços somnis. Que si estàs sola, aquesta nit estàs amb mi. Sense tu, avui deixaria de ser hui i seria altre dia més. Hores mortes que amb tu prenen un color, un sabor. 

No sabria que fer si ten anares aquesta nit, però mentre duren aquestos moments, et regali un rosa per a que em mires als ulls i veure’t somriure com soles tu fas. Abraçar-te i reprimir les meues llàgrimes, sempre que estic al teu costat em sent tremolar. No puc demostrar-te d’altra el que sent per tu si no es així, he d’escriure per a viure, però avui per a dir-te alguna cosa més que un t’estime. 

Ets una fada que em va veure i jo un covard que et va trobar mentre fugia. Jo secaré les llàgrimes que pugen córrer pel teu rostre, t’arravataré un somriure aquesta nit, mentre junts caminem agafats de la mà. Caminem fins més enllà de l’horitzó. Esta nit no et diré que sóc ningun esclau, esta nit jo sóc el teu amant. Que d’amagat t’agafa de la mà i et besa en cada cantó, en cada portal que molt abans vaig conèixer sòl. 

Eres d’aquesta nit la meua única llum, tu m’has furtat la lluna però també al sol i amb un altre suau bes et llevaré eixa mirada pensativa. Posaré el braç per a que t’agafis a mi, junts ens anirem aquesta nit. Vull veure el teus ulls, sentir els teus besos i escoltar les teues paraules de mel. 

Vine aquesta nit amb mi, jo et portaré allà on tu em demanes. On les teues carícies es confonguin amb el calor d’una foguera. Anem-nos-en junts, dona una oportunitat a aquest noiet per a créixer entre els teus braços. Deixa’m ser el motiu del teu somriure, de la teua felicitat, almenys aquesta nit.
No podré dir-te que sempre estaré. Però si et fan mal, tin per segur que tornaré.


lunes, 3 de septiembre de 2012

A veces hasta sombrero

Las danzas que incitan a una persona sonreír con la mirada, las miradas que incitan una caricia en la mejilla. Esas caricias que funden nuestro castillo de hielo dejándonos descubiertos y casi desnudos. Por todos esos mordisquitos en tus labios, hoy bebo por olvidar cada una de tus sonrisas. Tal vez no sea el fin. No miento si me protejo con falsas verdades. El miedo se vuelve a instalarse en mí. Mis piernas ni me soportan y tú sigues joven y lozana desde tu terraza mirando las estrellas otra noche más. No te cansarás de mirar a la luna y sin saber que no deberías envidiarla.

No llores porque salga el sol, llora porque se ha ido la luna y su vino. Deja de mirarme con esos ojitos y dime esas palabras que te hieren el alma. Escupe el veneno que te atraganta. Me fui de tu lado por ver que ni de nuestras caricias salía una llama, me fui porque algún día tenía que volver. Ligero de equipaje y desde este risco veo el fin de color azul. No conozco nada que tenga que ver, pero si llega el fin no me lo pienso perder. ¿Habrán fuegos artificiales? Estoy ansioso, quiero ver si habrá una segunda parte.

Hay demasiadas dudas que afloran desde la primera mirada, otras desaparecen con un nuevo amanecer. Duele, siempre duele. Tú mírate y déjate llevar. Sonríe al sol, llora a escondidas de la luna en su cara oculta. Déjate llevar no solo por las sonrisas, piérdete entre los jardines. El olor de las rosas no es lo único hermoso esta noche.

Fumo sentado en un banco mientras veo como el tiempo pasa lentamente, bebo mirando tus ojos y recordándote a cada caricia cuando el viento sopla de cara. Me siento fallecer y no tengo a nadie que me agarra para cuando caiga. Creo que será lo mejor, este es mi problema. Dejad de sentir lástima y mirad vuestra piel y mirad la mía. Algún rasguño, un arañazo... chorradas. A mí me invitan a cerveza y luego me hacen pagar la cuenta. A mí me miran por arriba del hombro instantes antes de que salte por arriba de su cabeza. La gravedad es una costumbre que de vez en cuando se me olvida. Tal vez no lo parezca, pero sigo siendo igual de niño que hace unos años. Solo que ahora llevo una chupa de cuero y llevo gafas de sol, a veces hasta sombrero. 
Hola, buenas noches y esto es mi puta cabeza. Pongamos las cosas claras. No soy ningún cursi, soy romántico. No soy ningún caballero, soy un ladrón. No miento, modulo la verdad. Juego con factores y arriesgo cuando es necesario, pero atenta, sigo siendo un cobarde y rastrero. Sueño con oro y en no morir solo. Cada mañana me levanto de la cama y busco motivos por los cuales no deba saltar por la ventana. El que más me gusta es que pondría la acera perdida. No soy un tío guapo ni hermoso, soy un tipo elegante sin necesidad de trajes ni presentación. Quiero que me escuches a la vez que mires a los ojos. Si te digo que puedo, lo hago y sino pues caigo y me los cargo. No corro, si me tienes que coger, alarga el brazo.

No tengo fuerza de voluntad y carezco de personalidad. Si me tocas las pelotas, aguanto. Si me canso y me levanto no temas. Ladro mucho y muerdo poco. Miro las estrellas con aire de soñador, tengo la cabeza en otra parte y sigo mirándote a los ojos. Si te escondes, no te encontraré. Pero nadie se esconde eternamente. Te pido sonrisas y solo me das desgracias. Sufro con verte entre caricias que no son mías. Soy una criatura que salta entre los sueños. Soy de los que suben hasta el cielo para dejarse caer. Miro a la luna y no soy capaz de verla. No entiendo de geografía pero soy capaz de encontrarte entre mis brazos. Pero si te marchas, no podré retenerte. 

Mírame y dime que soy un idiota por siempre tener esa sonrisa de payaso en la cara. Ni a ostias me la quitaban. Llámame cabrón por arrancar de tus labios un triste "te quiero" y luego irme a donde se me lleve el viento. Pero de tu pecho no supe encontrar tu corazón. Me entretuvieron tus senos. No lo pongo en duda, encontrarás iguales y mejores que yo, pero ninguno tendrá mi magnética gilipollez y mis ojitos de cerdo decapitado. 

Así que un consejo: Adiós y muy buenas. 
 

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