Grito Vacío
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martes, 22 de enero de 2013

Introducción al loquero.

Y no me detengo, ando tranquilo con el sol a mi espalda. Si tengo un problema lanzo una mirada a mi suerte y vamos a ver que pasa. Mi pelo al compás del viento, mis greñas gritando al cielo y mis sueños perdidos entre las copas son quienes ahora me hacen tomar el rumbo de esta historia. Si me derrumbo me tomo un cigarrillo para tomarme mi tiempo, que desde el suelo veo mejor el cielo.

Ahora que tengo el cielo al alcance de mi mano, resulta que hoy en la calle ya no venden droga. Y joder, tranquilo me presento y disimulo los nervios. Hoy tomo los callejones como si fuese por aquel entonces. Ahora que tomo el destino en una copa, lo tomo solo o con hielo. Relajado pinto en la pared con la sangre que me sobra. Soporto los golpes sin detenerme, soporto la llúvia porque me conoce de niño. La tengo presente como a una madre.

No tengo cristales de bohemia para tomar esta noche que la luna toma ahora el rumbo del regusto a tekila y canutos con el olor de la tierra. Vuelvo esperando encontrar algo que me pueda retornar al lugar al que me tengo que ir a dormir. Pero no tengo tiempo, otra vida de un gato que se esfuma entre los tejados y sus pesadillas. El olor a pescado retoma las callejuelas llevandose los gritos de las rata, he vuelto como la mala hierba. Nunca muero.

Tal vez y cierto es que mi ciudad es la basura, la más pútrida. Y así comienza otro cuento desordenado, donde el héroe no es malo, es fatal. Ahora la historia esta siendo contada por un olvidado. Otro rey al que fingieron que fue ahorcado. Mentira, no hay héroes. Solo hay hombres y mujeres que inducidos por las drogas se creen ser superheroes.   

domingo, 20 de enero de 2013

Tsunami

Y me siento por algún motivo insatisfecho, tengo una sensación de frío que no me abandona y nada me vale nada porque tampoco me importa. A chispazos me enciendo un cigarrillo, espero a que me salgan alas y volver a rondar la ciudad a la luna bien alta. No necesito un chaleco antibalas porque tampoco tengo miedo a morir. Este día es otro resquicio para encontrar algo que me sorprenda. El hielo cubre las calles y las ramas de los árboles. 

Oigo el crujir del hielo bajo mis pies. Estoy en medio del lago helado. No tengo miedo al frío, no tengo miedo a la puesta del sol porque se que al día siguiente el sol volverá. a salir. No se que se siente andar sobre las brasas, el suelo aún me queda demasiado lejos. Ahora es el momento de rendir cuentas con el lapicero, pero estoy hueco, vuelvo a estar en deuda. 


Y paso otra noche abrigado por el alcohol y el humo de un cigarrillo esperando encontrar mis alas. Se que no tengo un lugar en el cielo. Tampoco me interesa, allí no hay bares en los que me pueda emborrachar. Tampoco se si puedo morir, un día desperté y supe que tenía algo que hacer, ¿pero el qué? Así que me dejé llevar y otra vez acabo en el mismo sitio. Se tantas cosas de la vida... como por ejemplo que cualquier conocimiento sobre ella es inútil. Ahora desesperado necesito algún sentimiento que me vuelva a despertar y hacerme enojar.

No tengo suficientes drogas para hoy sonreír, pero si las suficientes para seguir en pie otro día más. Ya que cada vez estoy más cerca del suelo, ya que tengo que volver a andar sobre las brasas necesito saber que es lo que me pasa. Es hora de utilizar la indiferencia para volverme la ola que lo arrase todo a su paso. No es que esté enfadado, no es que esté feliz, es que ahora quiero un cambio.

miércoles, 9 de enero de 2013

Leidenschaft

Pido sangre y llegan tiempos de venganza. Ahora que el miedo ha estallado, la rabia corre sedienta por todas las calles cazando a tristes rostros desencajados por el terror. Privilegiado quien ose andar a estas horas de luna, privilegiado quien no conozca el miedo porque en esta ciudad, las cosas siempre cambian... a peor. 

Y espero paciente a entrar en acción mientras de tu portal sales con tu coleta y tu sonrisa. Ocultas tu mirada bajo un flequillo pero ambos sabemos que nos queremos y basta. Mis manos tienen grabado a fuego cada una de tus curvas a fuego lento. Tu sabor en mis labios, tus susurros en mi oído. Me agarras de la mano y nos ponemos andar callejón abajo...

Me hablas y te ríes, te cuento cuentos y bonitas historias porque de ti se que puedo sacar brillo. Quiero encontrar esa luz con la que pueda enfrentarme a mi oscuridad. Esa que cada noche me atormenta y que se ríe. Tengo miedo porque por más heridas que tenga, esa bestia siempre está igual de despierta. No quiero meterte en esto, pero tu mirada ahora está hurgando por mi pecho riéndose, dame esa cálida sensación de pertenecer a un hogar. Dame un lugar al que pueda descansar.

Y seguimos hablando, me interrumpes con un beso. A cualquier otra le hubiese replicado, pero a ti te muerdo los labios para bajar por tu cuello. Me susurras un "te quiero" y hueles a puro amor, el mismo amor desenfrenado que nos desnuda, el mismo que nos arranca una sonrisa y nos seca una lágrima. 

Si me quemo, que sea con tu mirada. Arderé lentamente hasta consumar contigo la salida del sol. Y te escribo mi carta de presentación, te presento mi triste circo. Princesa de fuego, haz que arda en millones de colores, alumbra mis noches y se mi faro en esta oscura niebla.


Que nos miren todo lo que quieran, si sigo en pie era para encontrar alguien sobre quien poder compartir mis alegrías.
 

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