Grito Vacío
this site the web

lunes, 13 de abril de 2015

Joven ruiseñor

Estoy soñando. Lo sé, pero aún así seguía mirándome con esos ojos tan fieros. Sus ojos llenos de melancolía y tristeza, me miraban. Tan cerca y a la vez tan lejos. Su cabello desaliñado y su sonrisa ladeada, aún te recuerdo. Recuerdo que dentro de si, la tristeza, la frustración estaban en conflicto. El roce con sus emociones ardieron más que aquel amor perdido, más que el mismo sol. Estaba allí, en medio de toda aquella gente. Y aún así era quien sin ayuda de nadie mantenía a su oscuridad a ralla. Y aunque su vaso siempre estaba medio vacío o vacío, se seguía levantado cada día. A pesar de que no tenía un lugar al que llamar hogar, a pesar de su maltratado corazón, aún sonreía con aquella inocencia tan únicamente suya.

Aún recuerdo aquel calor. El verano era verano y luego llegaba el triste otoño para dar paso al frío y cruel invierno. Aunque el tiempo siga fluyendo y el cauce del río siga su camino, yo no siento que pueda avanzar. Tras aquellos besos no había más que el sabor de la luz del sol y la suave de la brisa marina. Apoyándome en una esquina, miraba al cielo contando las nubes. Pero solo había una. Aquel mismo cielo metálico para una ciudad fría era lo correcto. Tú ya no estabas para mí. Jamás fuiste de alguien. Seguías fuerte. Seguías con tu solo de guitarra, tan salvaje y audaz. Solo los dioses conocían la primera nota que te impulsó a volar. Esa danza, esos ojos... Mierda. Eras tú,solamente tú y te admiraba con fervor. Y el mundo te respetaba, te daba cobijo bajo sus árboles y te daba sus frutos. Que hermosos tiempos, ¿verdad?

¿Y ahora dónde están? Dime, donde está el rugido, la llama y la ira contra la realidad. Dime, ¿de qué te sirvieron aquellas rabietas? Dime, dónde queda ahora tu sonrisa y la inocencia que nadie pudo jamás manchar. En qué lugar perdiste y por qué. Quiero saber el motivo de tu caída. Cuál fue el motivo de tu derrota. Contra quién luchaste, qué cadenas resistieron a tu ira. Dime, tú que eras la misma encarnación del viento, que tu voz llegaba a todos los corazones de aquella gente vacía... Quién pudo ahogar tu grito. Ahora que sólo tu llanto sale de tus ojos, que ya sin palabras te quedaste. Explícame.

Ahora que ya no te quedan fuerzas ¿por qué insistes en volver? Ahora que ya no te quedan más notas que cantar y que nadie podrá escuchar jamás, ¿por qué insistes? ¿Te ha traído algo bueno todo aquel tiempo ahora perdido? Ahora con tu alma de poeta, sigues sin rumbo fijo. Tus piernas flaquean. Luchaste mucho y no estabas hecho para ese destino. Mi querido ruiseñor, enfrentaste al huracán para perder. Y aún a pesar de saber de tu inminente derrota seguiste... Lo hiciste bien. Y aunque otros salieron airosos y jubilosos, solo tú estás lamiéndote las heridas. Tuyo que era el cielo, más libre y salvaje que nadie, ahora solo eres una pequeña sombra de lo que eras. No te estoy culpando de nada mi pequeña criatura. Este no es el tiempo en el que debiste nacer. Ven a mis brazos. Llora tanto como yo lloré al verte caer. Tú que eres yo y yo que soy tú, ven a mi mesa y come, sacia tu espíritu. Te brindaré mis cuidados. Tú que me miraste y me tendiste la mano. Yo que te he vigilado desde el suelo. Yo que jamás he volado y no he desplegado mis alas. No he despegado mis ojos de ti. Dime, ¿valió la pena volar?

Sí. Y cuando sanen mis heridas, cuando estemos preparados vendrás conmigo hermano. El cielo es hermoso. No lo pienses. Somos tú y yo, conocemos la tierra y sus caminos, pero el cielo... El cielo es infinito.
 

W3C Validations

Cum sociis natoque penatibus et magnis dis parturient montes, nascetur ridiculus mus. Morbi dapibus dolor sit amet metus suscipit iaculis. Quisque at nulla eu elit adipiscing tempor.

Usage Policies