Andando voy sin más error que tener escondido tu amor bajo mi capa oscura. La noche me enseña criaturas de formas imposibles, resucita a mis viejos demonios. A veces creo volver a verte en este maldito bosque, donde las hojas ocultan mi sendero y por eso nunca llego. La orden divina no está de mi parte. Entono cánticos de guerra a los árboles, lucho con mapaches, pero inútil, nadie sabe donde estoy. La sangre de mis venas corre perezosamente, a veces creo que se para para coger aire. Mi corazón sigue cantando una canción de desamor. La heridas han cicatrizado, pero el nunca quiso que se cerrasen. Si mis palabras llegaron al corazón de alguien, perdón no fue mi intención. No quiero que me recuerden como otro más, quiero oír maldecir ancianos mi nombre, quiero que el mundo haga de mi su tumba. Pero solamente puedo decir que mis vestiduras son oscuras, porque mi luto por este mundo que se cae a pedazos y nadie puede evitarlo. Solamente porque mis lágrimas se secaron, me llaman diferente.
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