Mirando el horizonte, estoy harto de estar escondido. Al parecer solo se huir. Nunca tuve que intentar ser yo quien viviese en el mundo, mi papel es ser el narrador de esta historia. No protagonizarla. Nunca tuve que jugar con el destino, no tengo mucho que enseñar, soy el tonto de esta clase, pero tengo papel y boli.
No tengo lugar en la tierra en el que pueda esconderme, estoy buscado hasta más allá de los confines de esta tierra seca. No tengo papel en esta obra, pero ahora yo voy a encontrar a mi narradora. Ha jugado demasiado. Yo escribo lo escrito, soy el personaje de otra obra. Y estoy harto, conozco el final de este teatro.
Pero no lloré, en mi juventud me harté de las lágrimas. Soy algo llamado error. Soy otro imbécil, otro objeto. Pero hoy no quiero jugar, hoy no quiero cartas.
Estoy a oscuras en esta habitación. Estoy solo. Me duele la mano de tanto escribir, mi cabeza de tanto soñar. Cerrado a cal y canto. No tengo nombre, no tengo corazón.
El olor del miedo, soy un cobarde. No lo dudo. ¿Tengo dónde huir? No. Estoy otra vez en un callejón sin salida. Pero estoy harto. Tengo demasiado dentro para morir aquí encerrado. Tengo como arma el miedo. Es caos, todo lo que me han enseñado. No he aprendido y la historia me ha absorbido. Pero me da igual, esta vez no voy a ganar. No me pienso lamentar. Cansado y tirado. No puedo volver, esto del destino es una mierda. Voy a coger típex y voy a volver a escribir el argumento. Tampoco vencerá el bueno.
No pienso dormir, las pesadillas me agobian. Pienso escapar, dejar que el terror me siga, voy a quemarlo. No se si está bien o mal. Pero mi paciencia a terminado y quiero tener algo de confianza en mi mismo. Voy a perder todo lo que me queda, pero creo que hago un órdago a la grande. Voy a perder, pero ya no me importa el resultado. Ya no tengo a quién proteger...
No tengo lugar en la tierra en el que pueda esconderme, estoy buscado hasta más allá de los confines de esta tierra seca. No tengo papel en esta obra, pero ahora yo voy a encontrar a mi narradora. Ha jugado demasiado. Yo escribo lo escrito, soy el personaje de otra obra. Y estoy harto, conozco el final de este teatro.
Pero no lloré, en mi juventud me harté de las lágrimas. Soy algo llamado error. Soy otro imbécil, otro objeto. Pero hoy no quiero jugar, hoy no quiero cartas.
Estoy a oscuras en esta habitación. Estoy solo. Me duele la mano de tanto escribir, mi cabeza de tanto soñar. Cerrado a cal y canto. No tengo nombre, no tengo corazón.
El olor del miedo, soy un cobarde. No lo dudo. ¿Tengo dónde huir? No. Estoy otra vez en un callejón sin salida. Pero estoy harto. Tengo demasiado dentro para morir aquí encerrado. Tengo como arma el miedo. Es caos, todo lo que me han enseñado. No he aprendido y la historia me ha absorbido. Pero me da igual, esta vez no voy a ganar. No me pienso lamentar. Cansado y tirado. No puedo volver, esto del destino es una mierda. Voy a coger típex y voy a volver a escribir el argumento. Tampoco vencerá el bueno.
No pienso dormir, las pesadillas me agobian. Pienso escapar, dejar que el terror me siga, voy a quemarlo. No se si está bien o mal. Pero mi paciencia a terminado y quiero tener algo de confianza en mi mismo. Voy a perder todo lo que me queda, pero creo que hago un órdago a la grande. Voy a perder, pero ya no me importa el resultado. Ya no tengo a quién proteger...
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