Ando y no respiro. El veneno absorve mi conciencia. Me rindo ante ella, su mordedura, sus ojos, su sangre. La herida está cerrada, vuelve a abrirse y vuelve a cerrarse. Mi sangre ha pintado las paredes de mi habitación blanca. Mis sábanas negras cubren mi cuerpo. Siento el agua correr entre mis dedos, sonrío al sentir mi impotencia al no poder moverme. Un espejo me devuelve mi mirada, le desafío. Pero se burla de mi y me repudia. Eso me cabrea.
Me levanto del suelo, empiezo a arañarme. Sangro... Sonrío... Susurro mi nombre... Le llamo.... Sé que está aquí.... Vuelvo a sonreír... Se acerca.... Me toca.... Siento como sus garras me penetran la piel, me dejo a sus manos, mejor dicho sus garras. Me arranca el corazón, bebe de mi sangre, desgarra mi piel. Es feliz, yo también. Me mira, le devuelvo la mirada y me enseña sus colmillos. Ha vuelto, he vuelto. Sonríe. LE retuerzo el pescuezo, bebo de su sangre, tomo su corazón, como su carne.
Su alma me acaricia, está feliz. Nuestra sangre encharca mi habitación, nuestra habitación.
Me levanto del suelo, empiezo a arañarme. Sangro... Sonrío... Susurro mi nombre... Le llamo.... Sé que está aquí.... Vuelvo a sonreír... Se acerca.... Me toca.... Siento como sus garras me penetran la piel, me dejo a sus manos, mejor dicho sus garras. Me arranca el corazón, bebe de mi sangre, desgarra mi piel. Es feliz, yo también. Me mira, le devuelvo la mirada y me enseña sus colmillos. Ha vuelto, he vuelto. Sonríe. LE retuerzo el pescuezo, bebo de su sangre, tomo su corazón, como su carne.
Su alma me acaricia, está feliz. Nuestra sangre encharca mi habitación, nuestra habitación.
Vuelvo a estar completo. Mi bestia vuelve a sonreír. Ahora somos felices. La sangre nos unió. El ángel nos bendijo y un diablo me dejó su cola y sus cuernos. Un ser me dio su capa y su guadaña.
Dijeron que había muerto, dijeron que había perdido. Aún no me conocen, cuanto mayor sea la dificultad, mayor es la recompensa.
No busco recompensa, os busco a vosotros. Recordad, mi recompensa son vuestras cabezas. No creáis que os salvareis. Me ciega la sed de sangre y tengo hambre.
Lo siento sois mi aperitivo...
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