Me siento en mi silla y desde este jardín, veo como el fuego cae desde el cielo. Juraría que era de noche. Un sorbo más de ron. Miro hacía atrás y eso me parece ahora un camino de rosas. Ahora parece más interesante. Hay sangre por medio.
El pueble tiene miedo y están arrinconados. Ahora no pueden ver el cielo porque la espalda dolorida se lo impide. Pero los niños están viendo a sus madres y padres llorar. Si los niños son el futuro, ese futuro no rebanará la cabeza de la forma más dolorosa posible. No tienen experiencia, los juegos les han adiestrado en el arte de la guerra. Ahora es este su juego.
Ellos van a hablar y muchos que no azotaron con sus varas temblarán. Desde la tierra, os prestaremos nuestro último aliento. No tenemos tiempo que perder y vosotros un futuro que por nuestros fallos ahora estará lleno de oscuridad.
Los gatos llegan con sus uniformes a nuestras calles, pero de las alcantarillas salen las ratas. Están con la rabia, están en todas partes. No hay escapatoria, hemos rodeado a estos gatos. Que comience el asalto...
Porque seamos pequeños no significa que no podamos pelear... |
Ellos van a hablar y muchos que no azotaron con sus varas temblarán. Desde la tierra, os prestaremos nuestro último aliento. No tenemos tiempo que perder y vosotros un futuro que por nuestros fallos ahora estará lleno de oscuridad.
Los gatos llegan con sus uniformes a nuestras calles, pero de las alcantarillas salen las ratas. Están con la rabia, están en todas partes. No hay escapatoria, hemos rodeado a estos gatos. Que comience el asalto...
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