Grito Vacío
this site the web

miércoles, 24 de octubre de 2012

Kim Ki Bum

Hola hijos de puta. Mirad mis manos, mirad mis ojos vacíos. Miradme y no perdáis el tiempo en oír historias y cuentos chinos. Mi revólver está vacío, no os voy a comer ni os quiero acojonar, os voy a contar mi realidad.
 No me comprendes si solo hablas de mis actos, ven y bebe a mi lado y sin prestar atención al mundo lo verás con otros ojos. Unos ojos cansados y jóvenes. Unos ojos hartos de encontrar cabos sueltos. Vamos a tomar un para de cervezas y una copita de jerez.

Crees que eres libre, pero entre tú y yo, solo puedes aquí y ahora beberte toda la botella y saltar por un puto barranco sin que nadie te lo impida. Pero claro, estoy yo y te lo impediré, por tanto vemos que tampoco eres libre. Bebe, claro. Fuma, puedes. Pero este es un local privado y el camarero hará que te metas el cigarrillo por ese sito donde el sol nunca alumbra. Mírame a los ojos ahora y dime si crees que si salgo por esa puerta me puedes alcanzar. No, no puedes porque ya estás borracho. Yo te he hablado cada vez más despacio y tu bebías más deprisa. No comprendes que nunca podrás entenderme si cuando me escuchas en realidad le estás mirando el escote a esa chica de mi espalda que está jugando a billar. 

Así que ahora que estás en el suelo, te voy a contar un secreto hijo de puta. Escúchame bien y aprende. En realidad eres para mí como la vida. Una gran hija de puta que te felicita por tu cumpleaños y un día te encuentra por la calle y tan siquiera te saluda. Esa hija de puta que te arruina el día. Pero no por ese motivo me caes mal. Es por eso y muchos otros motivos. Solo quiero que comprendas que esto es un negocio en el que yo tengo un objetivo y tú mi presa. Colarme en tu corazón y entre ceja y ceja  incrustarte una bala de plata. No es por nada, pero no me caes mal. Al contrario, te veo y te admiro. Se podría decir que a pesar de todo te amo. No lo tomes a mal. Pero en mi trabajo, no hay corazón que valga, ni compasión ni amor. Es una mierda, pero es lo que hay. Cobro con cerveza y carne, con tinta y papel.

Estás sentado en el banco, tú que eres mi hermano. Tú que tanto esperabas de mí. A ti te otorgo mi mayor secreto, a ti te pido que le digas a Dios que hoy él es mi próxima meta. Que tenga cuidado, se ha vuelto personal. Por los viejos tiempos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 

W3C Validations

Cum sociis natoque penatibus et magnis dis parturient montes, nascetur ridiculus mus. Morbi dapibus dolor sit amet metus suscipit iaculis. Quisque at nulla eu elit adipiscing tempor.

Usage Policies