Grito Vacío
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jueves, 29 de mayo de 2014

Después de tanto tiempo

    -¿Qué haces?
 Una voz me susurra siempre la misma voz. No comprendo que quiere que le responda. De su incógnita nacen mis miedos.

    -¿Qué quieres?
  Otra vez busca una respuesta y sigo sin saber que responderle. Entre mis nervios y las sombras proyectadas por una farola, me pregunto yo a mí mismo... ¿Qué es lo que quiero?

    -¿Por qué no me respondes? ¿Tienes miedo al fracaso?
 Sí, temo que mi mala estrella conduzca a la ruina toda empresa que yo quiera emprender. Tengo miedo y las piedras de mi mochila cada vez pesan más. Las victorias son efímeras pero la derrota es para siempre y queda grabada. Cuanto más ganes, más amarga será la derrota. Vivimos en una sociedad que hace incapié en nuestras deficiencias y nos hacen comer de sus restos. Nos hacen depender de figuras idealizadas que nos ahorren el trabajo a pensar. Es cierto, ahora solo somos perros que ladran cuando el amo no les da de comer. Nos han hecho depender de todo lujo y con todos los placeres que podríamos necesitar.
 Es triste. Ser nosotros quienes dominamos el secreto del acero, nosotros que hemos viajado a las estrellas... nos vemos derrotados implorando por otro cigarrillo que nos hace viajar, escapar de la realidad. Evadirse puede ser ahora lo que de verdad nos vuelva adictos. El miedo, la sensación de presión y pesadez, cadenas absurdas. Necesitamos evadirnos, antes era solo un placer que ahora necesitamos.

    -¿Entonces quieres evadirte de la realidad? Es fácil, muere.
 Es cierto, la respuesta sencilla  fría como el hierro, es esa. Pero el vicio y la necesidad de consumir más y cada vez más, es ahora quien me ata a la vida como una correa de espinas. Es toda una experiencia. El poder que nos corrompe, es el mismo que nos hace querer ser libres. Me da miedo, no se lo qué quiero, ni cómo. Demasiadas fallas en mi plan de venganza.

     -Si tienes miedo, corre, huye o lucha.
 Las palabras son bonitas cuando no es tu cabeza la que tiene una cita con la guadaña.

     -Excusas. Tienes miedo, ¿qué necesitas?
 Una orden, una voz que se imponga a mis miedos. Un objetivo que tenga luz propia. Algo donde poder agarrarme, algo que no se pueda consumir. Algo parecido al acero.

     -Entonces, anda. Viaja y contempla el amanecer de un sol distinto al de cada mañana. Observa las mil caras de la luna. Pierde tu vida en el juego y renace en un callejón puliendo la suela de los zapatos de la gente pasar. Suda sangre y lágrimas. Mira a los ojos del mundo y vuelve. Contempla la cara más cruel del mundo y en tu interior se forjará con llamas de ira y el frío temple, crearás una espada que solo será desenvainada cuando tengas miedo. Que el miedo te ate a la vida, que la rabia te haga dar el paso vacilante. Deja la carne y el hueso, bebe de la sangre de quien te ha traicionado y se alguien nuevo. Alguien que pueda cambiar el destino, alguien que perdure en el recuerdo. Alguien que venció a la misma muerte.

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