Nos criamos bajo la sombra de nuestros abuelos, grandes luchadores que fueron insultados por estar en el bando perdedor. Ahora han vuelto con nueva sangre y esta es ahora nuestra guerra. Nuestros cantares resonarán en vuestros oídos como el grito de los ángeles caídos que traen la noticia del nuevo final. No nos conocéis, pero pronto nos temeréis, nuestras armas son nuestras garras y dientes. Esta vez hay diferencias, no esperamos un victoria, luchamos para daros donde más duele y porque si nos tumbáis volveremos a levantarnos. Somos los excluidos de una sociedad fría y vulgar. Somos ahora nosotros lo que vamos a marcar nuestro camino y no vuestros insultos.
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