Desde el comienzo de la historia siempre nos han impuesto una manera de pensar y un estilo de vida. Unos pocos fueron capaces de plantar cara a aquellos que siempre fueron mayoría. Nos tacharon de decentes y nos marcaron como salvajes, pero viniendo de ellos nos sentíamos halagados por ser diferentes. Incordiamos desde el nacimiento y seguiremos incordiando hasta en el infierno, porque así somos y así seremos, muchos de los nuestros cayeron pero nunca perderemos. Todos tenemos un precio, el mío es la libertad de mis semejantes. Si no me compran, pues lo conseguiré con mis compañeros...
Seremos guerreros sin fronteras...
Seremos guerreros sin fronteras...
No hay comentarios:
Publicar un comentario